Kiss: ¿quién es quién?

Publicado el 20 enero 2014 por Alberto CaÑas @albertocmolina

Estoy convencido de que alguien, al otro lado del amasijo de cables, jugó durante su infancia al ¿Quién es quién? Pues bien, más que una versión del original, esto es simple y llanamente una excusa para desenmascarar los rostros de “el grupo más caliente del mundo”. Al fin y al cabo se trata de volver a escribir y leer acerca de KISS, aunque en esta ocasión desde otro punto de vista, en concreto desde el de sus álter egos. Y es que cada miembro representa un papel de cara al público, ya sea en un concierto, un videoclip, una película o un cómic, y este se corresponde con un maquillaje específico elegido en última instancia por su legión de fans, la célebre KISS ARMY. Así pues, a continuación tú y yo desciframos qué mensajes esconden  estos rostros pintados y en qué se diferencian los unos de los otros:
Este es “Starchild“, el otro yo de Paul Stanley (vocalista y guitarrista). Traducido al castellano, “Niño estrella”. Y es que su caracterización consiste en una gran estrella en torno a su ojo izquierdo. ¿Y por qué una estrella? Según parece, Stanley siempre ha sido el romántico del grupo, el seductor, y de ahí sobrenombres como el amante de la mirada estrellada. De hecho, su contribución en algunas de las baladas más conocidas de la banda, como I Was Made for Lovin’ You, Hard Luck Woman, Forever o Sure Know Something ha sido decisiva. Antes de asumir el rol de “Starchild”, en 1973 empleó en un par de ocasiones el de “The Bandit”, motivo por el cual, como buen bandido, ocultaba su rostro bajo un antifaz.
Aquí está “Catman“, es decir, Peter Criss (batería). Se cree que el “Hombre gato”, al igual que los felinos, tenía nueve vidas. Pero el porqué más racional lo hallamos en su difícil niñez en Brooklyn, el distrito más populoso de Nueva York.  Con un papel menos vistoso que el de sus compañeros, Criss también protagonizó sus momentos de gloria poniendo voz a Black Diamond y Beth, su gran creación y uno de los mayores éxitos de Kiss. El primer batería, pero no el único.  Tras Eric Carr, actualmente ese lugar lo ocupa otro Eric, Eric Singer, quien además heredó sus bigotes.
Detrás de esa pintura se encuentra Ace Frehley, cuyos tonos plateados se corresponden con el personaje de “Spaceman“. Al respecto podemos elegir entre dos leyendas urbanas:  la primera, “Space-Ace” tenía un sueño, viajar al espacio; y la segunda, ya lo cumplió porque nació lejos de la Tierra. ¿Con cuál nos quedamos? Pues a tenor de su manera de tocar la guitarra habría que decantarse por la última. Pero ese instrumento no ha permanecido en todo momento entre las mismas manos en la historia de Kiss. Tampoco la caracterización del “Hombre del espacio”, y es que en la actualidad tras ella está Tommy Thayer.
No es de extrañar que la gente tenga a Gene Simmons (bajista) por satánico… máxime si él mismo se hace llamar “The Demon“. Pero si sumamos a la inquietante máscara una lengua casi tan larga como la sombra de su propietario en esto del Rock, ante nosotros tenemos  a la mismísima personificación de Lucifer. No hay duda. No obstante, no sólo hay oscuridad reflejada en las pinturas de guerra del Demonio, sino suspicacia, esto es idea sugerida por la sospecha o desconfianza. En fin, se puede desconfiar de su apariencia, pero nunca de su música.