Kit-Kat tinerfeño

Por Chicharros Enlatados
Igual que Rosana cantaba aquello de que ella se iba a vivir al campo, yo me voy a pasar el fin de semana a las islas, algo que ya me apetece tras dos semanas sufriendo el frío siberiano-madrileño (la nieve es bonita para un día; acurrucarse bajo una manta, mola; pero la lluvia y el fuerte viento de estos últimos días, eso ya sí que me resulta insoportable).

Yo pensaba que la nieve era algo más propio de Nueva York
(Foto: Taxista en Nueva York...taxista en Madrid
).

Por suerte, mi 'genial' horario laboral me impide pasar muchas horas en la calle y, por ende, sufrir el puñetero frío. De hecho, mi estancia a la intemperie se reduce a la hora que transcurre desde que salgo de casa (de mis padres) hasta que llego a la oficina; y a la otra horita que me lleva hacer el camino de vuelta.
Por lo demás, la vida en la Península resulta bastante más aburrida que en Canarias. Aquí todo el mundo sigue hablando de la crisis, concepto que ya casi había olvidado en Tenerife, donde los temas de conversación cotidianos están más relacionados con el carnaval que con la situación económica. Allí la gente vive a otro ritmo, lo que les permite llevar con mucho mejor humor contextos internacionales como el actual, donde todo parece desmoronarse.

La inmensidad del océano desde las montañas de El Hierro. (Foto: Auro)

Al menos así me lo pareció, por ejemplo, cuando estuve buscando trabajo allí o cuando vi la retransmisión de la gala de Nochebuena de la Televisión Canaria: chicas espectaculares con minifalda y gorrito de Papá Noel; música seudocaribeña; menciones a los 'hermanos' venezolanos; buen rollo en el ambiente y 'sketchs' humorísticos con Hugo Chávez, Fidel Castro y el Rey como protagonistas (algo difícil de ver en la Península, tanto igualar a estos tres fascistoides como descojonarse de ellos).
En fin, que a mí, personalmente, estar allí me genera muy buen rollo -desde luego, la temperatura influye mucho-, así que nada, a desconectar, y nunca mejor dicho, durante los próximos días. Si la cosa resulta productiva, incluso podré aportar cositas nuevas a este nuestro blog.

Un poquito de relax nunca viene mal. (Foto: Auro)