Nosotros hemos llegado tarde, el turismo está trasformando la isla a pasos agigantados, pero afortunadamente lo está haciendo muy bien si lo comparamos con Sihanoukville.Lo bueno es que esta isla todavía está desarrollándose y existen muchos lugares todavía desiertos por explorar J
En esta isla se nota que hay una mentalidad de cuidar el medio ambiente y la gente está bastante concienciada respecto a la limpieza.
Muchos occidentales se están montando aquí sus pequeños negocios y el ambiente que se respira en la isla me gusta.Los bungalows y otros alojamientos que han construido junto al mar, no dañan demasiado el entorno y se camuflan bastante bien entre la vegetación (hay incluso cabañas construidas en la copa de los árboles.
Nos gustó mucho un trekking por la selva del interior de la isla para llegar a una playa salvaje, la “Long Beach”
camino hacia Long Beach
Cerca de la playa, hay un tramo con unas sogas para ayudarte a destrepar por las rocas, es muy fácil.Al llegar a la “Long Beach” la primera imagen no es de un paraíso precisamente:El efecto llamada entre los viajeros y turistas corre como la pólvora, y si alguien nos dice que hay una isla paradisíaca en algún lugar, para allá vamos todos a conocerla!
Es lo que hay.