Tener a Ton Koopman en el auditorio ovetense al frente de "su formación" nada menos que con "La San Mateo" era corroborar las versiones más que musicológicas, históricas por recrear en lo posible cómo fueron concebidas, precisamente unos días después de "La San Juan" con su alumno Aarón Zapico igualmente con una formación propia en la línea del holandés pero cambiando Amsterdam por Oviedo. Y contar para los corales de la primera parte con voces de casa, como es el coro que dirige Natalia Ruisánchez, una reválida pasada con sobresaliente. Mis primeras felicitaciones para unas voces blancas brillantes y seguras en el O Lamm Gottes unschuldig..., inocentes y sacrificados por un trabajo que tiene recompensa, más el nº 35 O Mensch..., afinación y empaste de auténticos profesionales.
Tener a Ton Koopman en el auditorio ovetense al frente de "su formación" nada menos que con "La San Mateo" era corroborar las versiones más que musicológicas, históricas por recrear en lo posible cómo fueron concebidas, precisamente unos días después de "La San Juan" con su alumno Aarón Zapico igualmente con una formación propia en la línea del holandés pero cambiando Amsterdam por Oviedo. Y contar para los corales de la primera parte con voces de casa, como es el coro que dirige Natalia Ruisánchez, una reválida pasada con sobresaliente. Mis primeras felicitaciones para unas voces blancas brillantes y seguras en el O Lamm Gottes unschuldig..., inocentes y sacrificados por un trabajo que tiene recompensa, más el nº 35 O Mensch..., afinación y empaste de auténticos profesionales.