Para un aficionado a la bici es una lectura imprescindible, que podemos sumar a las que ya les recomendé en su momento y al de Buzzati. Al que no le guste el ciclismo no veo mucho sentido que lea esto.
Todo el que hay practicado bici de carretera, aún sin competir, se reconocerá en muchos pasajes, contados con precisión y buen estilo por el holandés. La competitividad (“Nada suena mejor que el pinchazo de un rival”, “A todos los buenos perdedores se les debería prohibir participar en cualquier deporte”), el dolor, los límites, la estrategia, los objetivos. El ciclismo es una escuela de la vida (“Así que la ascensión casi ha terminado; a veces uno alcanza el final de algo sólo porque se ha olvidado por un instante de que no se ha acabado todavía“).