Hace relativamente mucho tiempo que Kraftwerk fueron objeto de revisión en el blog de la mano del que fue su disco de 1977 “Trans-Europe Express”. Creo que ya es hora de centrarnos nuevamente en esta formación alemana que tanto peso y relevancia tiene en la música electrónica. Es difícil saber cuál disco es el más relevante de la trayectoria de estos genios. Pensando en ello a ratos me debato entre “Autobahn”, para al poco rato venirme a la mente “Radioactivity” o “Trans-Europe Express” y también caer en la cuenta de la aceptación que tuvo “The Man-Machine”, que es el disco que he escogido para seguir analizando el trabajo de Kraftwerk.
Lo que no podemos negar es que “The Man-Machine” fue su trabajo de mayor éxito y relevancia, gracias a canciones como “The model”, que es un himno innegable de la música electrónica de todos los tiempos. Kraftwerk venían de editar un año atrás el magno “Trans-Europe Express”, al que se puede considerar una obra redonda y conceptual maravillosa. Aquí también se incluyó alguna pieza más bien fuera del conjunto como fue “Showroom dummies” que aproximaría a Kraftwerk al éxito comercial individual de temas. En parte, esta canción sería como un preludio de lo que se concretaría posteriormente con “The model”.
Con “The Man-Machine”, Kraftwerk terminó de postularse como una gran banda a nivel internacional, lo cual para una formación que no sea británica no es tarea fácil. Por otro lado abrirían los caminos definitivos del techno pop que terminaría de irrumpir con una tremenda fuerza unos tres años después desde las islas británicas, en la mayoría de los casos inspirados por los sonidos creados por los señores Hutter, Schneider, Bartos y Flür, que para “The Man-Machine” seguirían dando lugar a la formación clásica de los Kraftwerk.
Ya desde el primer episodio del disco, Kraftwerk sientan las bases del futuro de la música electrónica gracias a uno de sus clásicos, únicamente eclipsado en el presente disco por “The model”. “The robots”, primer canción de “The Men Machine”, también es claramente el referente principal de la obra en lo que a concepto se refiere. Aquí, la innovación va asociada claramente al uso del vocoder, que se hace acreedor de la interpretación vocal de la obra. Las melodías sintéticas de teclado simples, con ciertas programaciones, y algunas frases en francés le ponen el punto exótico a este inmejorable tema de apertura. “Spaceland”, situada en el 2º lugar de la obra, comienza con unas programaciones estratosféricas, para disponer de una melodía que destaca por su latente base electrónica, en la cual se puede apreciar el papel de precursores que tenían Kraftwerk. Sobre esa base se disponen las melodías de teclado con un regusto espacial, acorde con el título de la pieza. La parte “vocal”, cedida a un vocoder, consiste en la simple mención por parte de ese robótico efecto del título de la canción. Llegamos a “Metropolis”, que ofrece cierta solemnidad tanto en sus breves voces como en su melodía. Otro gran tema que forma parte de este gran disco de 1978, y que circunda en la idea de hombres-máquina, ya que como recordarán los que habrán visto la mítica película de “Fritz Lang”, la importancia de la vida artificial y la creación de vida “humana” a partir de la ciencia, fue algo que introdujo en su día novedosamente este film.
“The model” es la canción más reconocida de Kraftwerk a nivel global. Su sola inclusión en el disco ya hace que esta obra sea considerada como pieza base de la música electrónica, aunque haya otros álbumes de Kraftwerk que sean más compactos en concepto como por ejemplo fue el previo “Trans-Europe Express”. El triunfo comercial de “The model” viene asociado a su poca complicación melódica, conjugada con un relativo gancho rítmico de la misma. No obstante, en la misma no se pierde la esencia fría y aquí vagamente oscura que Kraftwerk siempre han profesado y que ha conformado marcas distintivas de su sonido. Inmortal de la música electrónica y también un clásico a nivel internacional de la música del siglo XX. La letra, bastante abundante en comparación con lo que Kraftwerk suelen componer, ayudaría bastante a su enfoque pop y personalmente me gustan mucho ciertas frases, como “ahora tiene un gran éxito, quiero volver a verla”, la cual miro con cierto humor por el interés material que desprende. Y es que en parte, “The model” no desvirtúa el concepto de robot, hombres-máquina, porque las top models a veces parecen robots y maniquíes móviles en su proceder. De alguna manera, “The model” es la siguiente vuelta de tuerca tanto sonora como conceptual al “Showroom dummies” que se incluyó en el anterior disco.
“Neon Lights” es la pieza más delicada y humanizada de la obra. Es junto a “The robots” y “The model” uno de los clásicos que han permanecido de la obra; prueba de su importancia, son versiones de esta composición que se han anotado bandas como Simple Minds o los mismísimos U2. La parte vocal tiene una mesura y relajación increíble, que se engarza a la perfección con sus delicadas melodías sintetizadas, en algunos momentos de sonido cristalino. “Neon lights” también destaca por su larga duración, la cual supera los 9 minutos. Se termina con “The man-machine”, la canción que da título a la obra. Estamos ante una pista de carácter hipnótico, con unas notas de sintetizador brutalmente frías, muy características de Kraftwerk, en la que los vocoders se adueñan nuevamente de la interpretación de la letra, en una sónica ascendente y progresiva de la repetición del título de la canción y del álbum. Con el cierre por parte de “The man-machine” se pone la rúbrica conceptual a este disco que circunda de forma tan clara en la tecnología aplicada a la vida humana y la vida artificial en definitiva. Kraftwerk no solamente resultaron aquí visionarios en lo que a melodías y sonidos se refiere, sino también en lo referido al tema conceptual que trataron y que como siempre impregna a todo el disco creado.
Con esta obra Kraftwerk consolidaron todo su trabajo creado en años previos y supuso su espaldarazo definitivo de cara a ser conocidos más allá de las fronteras alemanas. Hay que remarcar la influencia que en ello tuvo “The Model”, la cual como single funcionó mucho y se ha terminado confirmando como su canción abanderada o simplemente el tema por el que la gente identifica a este frío cuarteto electrónico alemán.
Tardarían mucho tiempo en editarse los siguientes discos de estudio de Kraftwerk. “Computer World” llegaría en 1981, 3 años después de este “The Man-Machine”, quizás mucho tiempo para los tiempos que corrían. En el mismo Kraftwerk seguirían avanzando en lo que a la técnica se refiere, nuevamente abordando un tema guía en la obra con clara visión de futuro. Sin embargo, quizás “Computer World” me da la impresión de que no está en estos días tan valorado como sí lo está el álbum que hoy hemos repasado o incluso los anteriores 3 trabajos de la banda “Autobahn”, “Radio-Activity” o “Trans-Europe Express”.
“The Man-Machine” es imprescindible para cualquier aficionado a la música electrónica que se precie. Me da lo mismo si se trata de un seguidor de las tendencias de los 80, 90 o del siglo XXI. De alguna forma Kraftwerk son a la música electrónica lo que los pensadores de la Grecia clásica a la filosofía. Podría afirmar que este “The Man-Machine” es como una pequeña Biblia de la música electrónica y el techno-pop. Es buena su música, ya que todas las canciones son estupendas, su temática y el planteamiento de la misma son interesantes y sobre todo ver como se abordan los conceptos con una aplicación melódica para ilustrarlos, más que haciendo uso de una abusiva letra. La melodía de cada una de las canciones evoca de forma clara el concepto que muestra la composición en su título. Y la portada es simplemente brutal y de una fuerza arrolladora, con esa alineación marcial de los 4 miembros del grupo, vestidos con esas corbatas y camisas rojas, en lo que podrían asemejar un batallón de androides o replicantes de los que salían en “Blade Runner”.
No me enrollo más. Termino remarcando por última vez que Kraftwerk son básicos a la hora de entender la música electrónica moderna y puede que este “The Man-Machine” sea su mejor disco, o al menos el álbum considerado de forma estadística como el más relevante. Espero que les guste y que si aún no conocen a Kraftwerk, se hagan a la idea de que van a entrar en un mundo lleno de sonidos fríos y para nada van ustedes a escuchar unas composiciones electrónicas machaconas o estruendosas. Kraftwerk, siendo un grupo de música electrónica, son una formación cuyo enfoque compositivo veo íntimamente ligado a la forma en la que los compositores de música clásica daban forma a las partituras de sus obras.
Esta próximo miércoles en nuestro programa de radio, tanto en RUAH como en &radio podrán escuchar el número que hemos reservado en esta 2ª temporada a revisar el disco “The Innocents” de Erasure. El resto de la programación semanal en &radio, pueden consultarla en el espacio de la web de la emisora que hay reservado a nuestro programa. Ya está disponible igualmente el audio del 2º debate que realizamos el equipo de contertulios de “Discos, música y reflexiones” sobre el lp “Music For The Masses” de Depeche Mode (“Dmr 2-25”).