Hablábamos de que el ejemplo japonés podía ser interesante para nuestra Economía y Paul Krugman, un economista keynesiano, nos lo confirma.Japónpasó de ser un ejemplo mundial con grandes empresas que exportaban buenos productos (motocicletas, coches, tecnología…) a hundirse en una crisis económica interminable.Muchos economistas (Ben Bernanke entre ellos…) lo tomaron como un mal augurio de lo que podría suceder en otros países.Y como era de esperar, podía suceder y sucedió.Lo verdaderamente extraordinario de la abeconomía (Shinzo Abe es el primer ministro japonés que ha impulsado este cambio) – El radical cambio de rumbo hacia el estímulo monetario y fiscal – es que nadie más está intentando hacer algo parecido en todo el mundo desarrollado.Las buenas noticias empiezan con un crecimiento de la economía de Japón sorprendentemente rápido en el primer trimestre de este año… …De modo que el dictamen general sobre el intento de Japón de darle la vuelta a su economíaes, de momento, positivo.En este momento el mundo occidental parece haber sucumbido a un caso grave de derrotismo económico; ni siquiera estamos intentando resolver nuestros problemas.Eso tiene que cambiar; y a lo mejor, solo a lo mejor, Japón puede ser el instrumento de ese cambio.Lo dice un gran keynesiano…Krugman ¡!
Mark de Zabaleta