Enserio chicos, Qué os pasa? En cuanto os apuntais en algún gimnasio a artes marciales os mutan unas cuantas neuronas o que. Os hacen pasar por un rito de iniciacion que os deja tocados? De verdad que no lo entiendo. Da igual yuyitsu, taekondo o kung fu panda.
Esta pequeña tara tiene también sus grados. El más común, el que en cuanto te ve, se avalanza sobre ti esgrimiendo el puñetazo o la nueva patada que aprendió esa semana. Y no te quejes, porque te soltarán el manido “Tranqui, que yo controlo”. Luego están los que llenan las redes sociales con fotos de jackie chan o similares con provervios chinos, de estos que parecen muy profundos, pero no dicen nada. Rollo, “Be water my friend”. Que sí tio, que te has motivado de más.
Pero los peores son los que van por ahí fardando de modelo de conducta y moralidad. Claro, es lógico, los han convertido en armas mortales y ahora se tienen que controlar. El provervio favorito de estos es lo de “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” del abuelo de peter parker. Vamos, que se convierten en perdona vidas.
Yo me pregunto el porque de esto, y creo haber llegado a una conclusión. Es posible, que se esfuercen tanto en ese campo para compensar lo que no pueden llevar a cabo en otros. Sentirte poderoso y no tener miedo tienen que ser dos cosas muy tentadoras. Son sentimientos capaces de borrar, o por lo menos arrinconar, cualquier inseguridad.
Pero las inseguridades en muchos casos son fruto de lo que los demás piensan de ti, y por lo tanto, es necesario que los demás sepan que ahora eres un arma mortal. De otro modo, para muchos de ellos no tendría sentido. Este es, creo yo, el motivo por el cual nuestros muros de facebook se llenan de videos de orientales dando patadas.
Pero además de esta, hay otra rama. La rama filosófica de las artes marciales. Eso que lo convierte en algo tan místico. En realidad sigue siendo una forma refinada de dar golpes, pero dices que es una expresión del alma, o que es un reflejo de la nobleza del espíritu y quedas muy bien.
Yo respeto bastante a las artes marciales, solo critico a aquellos que se las toman frivolamente. El típico hombre que te cuenta que gracias a las artes marciales se le ha ennoblecido el espíritu, ha dejado ir su egoismo y ha ganado en paciencia cuando lo que realmente ha ocurrido es que se ha desfogado y se ha quedado mucho más tranquilo.
En definitiva, las artes marciales no son intrinsecamente malas, pero quienes se las toman como la solución definitiva a todos sus problemas las están utilizando como un placebo, o como pseudoterapia para evitar enfrentarse a sus problemas.
Orson Lopez