El brillo en los ojos de
Maryan Frutos y
Carlos Otero nada más salir al escenario es la mejor señal del estado anímico y musical que respira en estos momentos el grupo
Kuve. La seguridad del trabajo bien hecho, y ese cosquilleo en el estómago antes de dar a conocer a su primera criatura musical, les hace estar como en una especie de nube; sensación que transmiten sobre el escenario y que contagian a aquellos que van a verles actuar. Ayer en el Café La Palma de Madrid se olvidaron de cualquier aditamento que no fuera la verdad para hacernos presentes algunos temas nuevos junto a otros que ya habíamos escuchado en el
IV Festival Subterráneo en la Sala Costello a principios de año, y el resultado no puede ser más esperanzador, pues fuimos testigos de los ecosonidos de lo que será un más que prometedor primer disco.
Las armas del grupo están claras, una potente, limpia y contundente voz de
Maryan y su constante interacción con el público, son el estandarte de la formación que nos anuncia desde la primera nota por dónde van los tiros de su música, a lo que hay que unir el respaldo musical y personal de un
Carlos Otero cada vez más seguro en su enfrentamiento con las cuerdas de su guitarra. Este músico sabe, y mucho, lo quiere en la música y eso se nota a la hora de afrontar las composiciones de las nuevas canciones, donde el primer rictus tímido de su maqueta llamada
Kuve como el grupo, ha dado paso a esa especie de ímpetu controlado en sus nuevas canciones, donde resalta
Tu último domingo como posible primer single que verá la luz el próximo octubre (aunque todavía está sin concretar el tema que hará de buque insignia de su primer larga duración que saldrá en enero).
Esa nueva forma más directa y personal de
Kuve a la hora de hacer música ayer tuvo su corroboración en la presentación de algunos temas nuevos como el mencionado
Tu último domingo o Invisibles cuerpos, un medio tiempo mucho más maduro, en el que sobresalen los toques de guitarras regresivos de
Carlos, que le dan una toque de suspense y una energía renovada a un sonido con el que poco a poco están experimentando y del que cada nueva muestra que conocemos se nos antoja más convincente; una constante a la que
Maryan se apunta con interpretaciones muy sentidas, como si estuviese interpretando un papel dramático de heroína en busca de castillo.
A leguas se inicia con una suave combinación entre la guitarra de
Carlos y la voz de
Maryan (¿los nuevos
Deacon Blue españoles pero menos épicos?) para dar paso a una intensidad sube y sube progresivamente a medida que las notas de esta gran canción se meten en nuestros oídos para recorrer todos los huecos de nuestro cuerpo. Sin duda, estamos ante otra de las mejores canciones del nuevo disco, porque es un medio tiempo en el que los destellos del sol resurgen tras la lluvia.
La melancolía de la tardes de domingo, el ímpetu en la búsqueda del primer amor o la sensación de romper con la rutina diaria están presentes en las letras de las canciones de
Kuve y muy especialmente en
Tú, un tema clásico que ayer tocaron desde la madurez de los arreglos de cuerda (se nota la mano del duende
Raúl de Lara en los nuevos arreglos de las antiguas canciones) y la fantástica voz de
Maryan, lo que nos da un resultado más que satisfactorio, pues la combinación no puede ser más acertada:
“tal vez nada es para siempre”… Tras este clásico, sonó
En círculos, una canción que formará parte del cd, y que de nuevo se comporta como una buena seña de identidad del nuevo sonido de
Kuve, que se incrusta en esos medios tiempos intensos que tiene una necesidad de búsqueda y que tan bien plasman
Carlos y Maryan, y que a nosotros, a veces nos recuerdan las bandas sonoras de las películas de
Wim Wenders. Una percepción que tiene su contrapunto en
Singapur, un tema cañero y cien por cien bailable, que nos hace deleitarnos con los impetuosos botes de
Maryan sobre el escenario (¡qué gran frontwoman!).
Seguirás corriendo sonó a continuación con esos nuevos ecos de estos novísimos
Kuve, aterciopelados por el tacto de las buenas sensaciones musicales.
Siluetas de invierno es uno de los temas favoritos de
Maryan y uno de los que más nos sorprendió por su fuerza en el pasado
IV Festival Subterráneo, y que ayer sonó más desnudo pero no menos certero.
Dando vueltas (¿rodamos?) fue el punto y final a esta última sesión de los ecosonidos de lo que será más que un prometedor primer disco. y todo, porque
Kuve nos aborda desde la desnudez y la pureza de los buenos sentimientos, aquellos que no tiene ni trampa ni cartón.
Reseña de Ángel Silvelo Gabriel.