Afirmar que el atacante francés es el nuevo rey del fútbol mundial es osado pero seguro que no lo es sostener que el futbolista del PSG está bien posicionado para suceder en ese lugar a Messi y a Cristiano Ronaldo.
No seré yo quien retire prematuramente al argentino y al portugués pero es evidente que el final de sus exitosas carreras está más cerca de acabar que de sus inicios. Aún queda mucho fútbol en las botas de ambos pero el futuro es de otros jugadores más jóvenes y en esa carrera Kylian Mbappe es uno de los que mejor posicionados se encuentra.
Para muchos futbolistas lograr una Copa del Mundo es el punto más alto de sus carreras pero el atacante francés ya lo ha logrado y además teniendo un papel fundamental en el torneo disputado en Rusia en el verano de 2018. Participó en todos los partidos de Francia y además anotó 4 goles: el de la victoria ante Perú en la fase de grupos, 2 en la victoria ante Argentina en octavos y otro en la final ante Croacia.
Su gol en el partido definitivo de la cita rusa es una muestra de todas sus habilidades. Recibió un pase de Lucas Hernández y desde la frontal, con un gesto técnico rápido y preciso se acomodó el balón, creándose un espacio lejos de Domagoj Vida para sacar un disparo, no excesivamente potente pero colocado junto al poste izquierdo de la portería rival. Todo ello realizado de forma limpia, ordenada y brillante. El máximo de eficiencia con el mínimo esfuerzo.
El atacante galo no es sólo un futbolista con una velocidad increíble. Muestra una madurez envidiable y una calidad que asombra a compañeros como Paul Pogba, quien ha declarado: “Kylian tiene más talento que yo. ¿Has visto lo que hace a su edad? Yo nunca he alcanzado ese nivel.” Para un joven no es fácil llegar a lo más alto y el propio Mbappe reconoce que “no es ningún secreto que para alcanzar el éxito en la élite necesitas una sólida familia detrás.”
Sus progenitores conocen el mundo del deporte ya que su padre, Wildried Mbappe, jugó a fútbol antes de convertirse en entrenador del equipo U15 del AS Bondy y su madre, Fayza Lamari, jugó a balonmano al más alto nivel. Ambos aman al deporte y buscan lo mejor para su hijo, de manera que Wildried ejerce como representante del internacional francés con la ayuda de la firma de abogados parisinos Verheyden & Cognard.
El talento de Mbappe pronto llamó la atención de los clubes más poderosos del viejo continente. A los 11 años pasó una prueba con el Chelsea y en 2016, siendo jugador del Mónaco, el Manchester Cityofreció 40 millones de Euros por sus servicios. Con todo el decidió dar el primer paso entre los profesionales de la mano del club del principado.
En el Louis IIbatió los registros de un mito como Thierry Henry en el club monegasco, tanto como debutante más joven en Ligue 1, como también como goleador más joven en la misma competición. Tras conseguir el título en la campaña 2016/17 hizo las maletas y volvió a su parís natal de la mano del PSG. El objetivo está claro: la Champions League.
Su carrera hasta el momento es un cuento de hadas aunque aún le quedan retos por conquistar. Los más inmediatos deben ser los títulos continentales, tanto con su club como con la selección francesa. Después ya habrá tiempo para luchar por los galardones individuales, pero no hay que olvidar que el fútbol es un juego de equipo y que los títulos se ganan sobre el césped, no en las galas.
Sea como fuere el precoz talento de Kylian Mbappe parece bien encauzado. Con la cabeza bien amueblada gracias a un entorno familiar adecuado y siguiendo un camino bien definido, el futuro parece suyo.
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