Charles Duchemin (Louis de Funès), el mejor crítico culinario y jefe de la guía gastronómica que lleva su nombre, y su hijo Gérard (Coluche), quien prefiere trabajar como payaso de circo antes que aprender todo sobre el negocio familiar, deberán unir sus fuerzas para enfrentarse a Tricatel (Julien Guiomar), el rey de la comida preparada, que pretende hacerse con los mejores restaurantes de Francia para servir en ellos su insípida comida a base de fórmulas químicas.
Según el productor Christian Fechner: “El delicado estado de salud de Funès era un problema. Sin embargo, tras varias discusiones acordamos financiar dos semanas de filmación, tiempo suficiente como para que comenzara a rodar la maquinaría. A Zidi solo se le pagaría una vez que el film estuviese terminado, y a los técnicos se les renovaría el contrato semana tras semana”. Inicialmente, se había contratado el actor Pierre Richard para interpretar al hijo de Duchemin. Sin embargo, seis semanas antes de que comenzaran las filmaciones, Richard renunciaría debido a que sentía que su papel no era lo suficientemente importante. Por este motivo, el director pensó en Coluche, un actor cómico al que le había dado un pequeño rol en la cinta “Le Grand Bazar” (1973). Sería idea de Funès que el personaje interpretado por Coluche utilizara un par de gruesos anteojos y una peluca con el objetivo de darle una apariencia más inocente. Las filmaciones comenzarían en mayo de 1976, y con el fin de cuidar la salud del protagonista, se instalaría de manera constante una ambulancia con un cardiólogo cerca del set de filmación.
La historia se constituye de tres subtramas principales, las cuales se van intercalando a medida que transcurre el film. Primero tenemos los múltiples intentos por parte de Tricatel de robar la aún no publicada Guía Duchemin, con el fin de averiguar cuales son los restaurantes mejor evaluados para luego comprarlos. Por otro lado, nos encontramos con los problemas familiares que se generan debido al deseo del hijo de Duchemin de convertirse en payaso de circo, lo que viene a echar por la borda todos los planes que su padre tiene para él. Finalmente, nos encontramos con la lucha mediática que se produce entre Duchemin y Tricatel, la cual culminará en un polémico programa de televisión. Todo esto es relatado de manera bastante episódica, dando espacio para algunas escenas que si bien no tienen mucha relación con la trama central, funcionan como pequeños gags que en cierta medida reflejan la personalidad de los protagonistas. De esta forma nos encontramos con una serie de escenas en las cuales vemos como Duchemin se las arregla para ir de incógnito a una serie de restaurantes los cuales debe evaluar, evidenciando lo mucho que disfruta su trabajo.
La cinta además cuenta con un buen trabajo de fotografía de Wladimir Ivanov y Claude Renoir, y una estupenda banda sonora compuesta por Vladimir Cosma. “L’Aile ou la cuisse”, es una entretenida cinta que se encuentra plagada de momentos memorables, como las visitas que Duchemin realiza a un par de restaurantes ocupando diversos disfraces, o toda la secuencia al interior de la fábrica de Tricatel, la cual por momentos parece haber sido sacada de un film de James Bond. El hecho de que la cinta sea narrada mediante una serie de “episodios”, ayuda en gran medida a que la historia no se torne tediosa en ningún momento. Además, la trama presenta una serie de giros dramáticos inesperados, y a medida que transcurre el film se van integrando nuevos personajes a la historia, los cuales en cierta medida ayudan a mantener “fresco” el relato. En definitiva, “L’Aile ou la cuisse” además de ser una excelente comedia, probablemente es uno de los mejores trabajos del siempre carismático Louis de Funès, por lo que queda especialmente recomendada para aquellos que no estén muy familiarizados con la obra de este actor.
por Fantomas.