La abstención, la playa y las abejas

Publicado el 06 junio 2011 por Pabloperezarmenteros

Passos Coelho, nuevo Primer Ministro de Portugal / Foto AP

Portugal castigó al gobierno socialista de José Sócrates, en unas elecciones anticipadas en las que el Partido Social Demócrata, liderado por Passos de Coelho, se quedó a 10 escaños de la mayoría absoluta. Gobernará con los populares portugueses y con el programa de austeridad impuesto por el FMI, la Comisión Europea y el banco Central Europeo. Pero Portugal no solo reprendió a los socialistas; también a la democracia actual y a los grupos políticos en general. Nunca antes el pueblo le había dado la espada a sus dirigentes como en estos comicios, en los que la abstención se ha situado por encima del 41%,  la mayor de su historia en unas legislativas.  

José Sócrates, el hasta ayer Primer Ministro portugués no duda ni un segundo en enumerar los motivos de su derrota: “La crisis, el rescate, el desempleo, la deuda pública, la parálisis financiera…”. Toda una retahíla de dolorosas realidades que no sólo han motivado el cambio de rumbo electoral en Portugal, también el desarraigo de la sociedad con sus dirigentes. La desilusión de la ciudadanía se ha hecho latente en unas cifras de abstención que rozan lo alarmante. El pueblo portugués no sólo ha echado a Sócrates del gobierno, también ha mostrado su descontento con lo que muchos consideran el fin de su autonomía nacional.

Tres grandes candidatos y los tres con el mismo programa: un proyecto de gobierno hermético y austero impuesto por la llamada troika (BCE, FMI y Comisión Europea) a cambio de 78.000 millones de euros destinados a sanear la maltrecha economía lusa, cuyas arcas presentan un déficit del 9,1% del PIB y una deuda púbica del 93% , según los últimos datos de Eurostat.

Con el descontento generalizado y la irritación popular, surgieron las iniciativas ciudadanas. Una llamada al “no les votes” que bien recuerda a la iniciada en España bajo la cobertura de las redes sociales. La respuesta política era de esperar. Todos los grupos alentaron a la participación a la vez que el Presidente de la República se cubría las espaldas por si la abstención se tornaba alarmante “soy consciente de la tentación que supone ir a la playa mientras otros votan”, dijo Cavaco Silva en su discurso a la nación durante la jornada de reflexión. Un mensaje a la responsabilidad ciudadana que no dio mayor fruto que el de ser tema de conversación en los “corrillos” de sombrillas lisboetas.

Mientras, en la localidad de Beja, una riada se aliaba con la historia y dejaba a muchos ciudadanos sin ni siquiera la posibilidad de salir de sus casas para depositar su voto. Pero los casos más curiosos se produjeron en los municipios de Tondela, Alijó, Castro Daire y, sobre todo, en la aldea de Cabril.

Una sanidad resquebrajada con déficit de personal médico, el cierre de varias escuelas y las interminables obras desiertas han actuado como gota que colma el vaso de la paciencia del pueblo. Una vez que éste rebosa, la respuesta de la sociedad se convierte en imprevisible e inminente. Así, los ciudadanos de los tres primeros municipios decidieron llenar de candados los colegios electorales y de silicona las cerraduras.

Por su parte, en la aldea de Cabril, con una población que ronda los 500 habitantes, se desmarcaron de la silicona y los candados, conscientes de que para los bomberos (siempre preparados), solo son “piedrecitas” en el camino. Ellos, buscando la efectividad a la hora de impedir el voto, llenaron sus urnas y sus espacios electorales, con uno de los elementos más característicos de su fauna local: las abejas.

Incluso ha habido denuncias cruzadas. Un dirigente del Partido Comunista de los Trabajadores portugueses (PCTP) decidió utilizar uno de los colegios electorales como espacio para un mitin de última hora y la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) no lo pasó por alto. Al enterarse, El PCTP, acusó ante la justicia a la Comisión de “abuso de poder”. Un último acto de campaña que no le dio el empujón que le faltaba al PCTP para meterse en el Parlamento. Se han quedado a las puertas de tener representación política, al igual que el Partido por los Animales y la Esperanza. Entre ambos, suman más de 100.000 votantes en toda Portugal.

Para algunos, todo esto son curiosidades, para otros, muestras de descontento, para los políticos, como siempre, “la jornada electoral transcurrió con total normalidad y sin incidentes reseñables”.