Esta novela, que es casi poesía, está escrita por una de las más aclamadas autoras italianas contemporáneas.Trata un tema muy delicado y controvertido, la eutanasia, pero sabe cómo hacerlo con mucho tiento y sugiriendo más que describiendo.En la primera parte la autora nos presenta a los personajes y nos muestra los ambientes del pueblo en que viven estos personajes. nos hace sentir los ambientes de los hogares y através del campo nos describe a la gente de allí.
Bonaria Urrai, el personaje principal de esta primera parte, es una mujer fuerte, valiente, segura, contundente pero cariñosa, y de principios.Cuando toma a su "hija del alma" no le importan los cotilleos del pueblo sino que se centra en la niña y la lleva a todas partes con naturalidad. Bonaria deja a la niña adaptarse poco a poco a su a su casa o más bien, como ella misma dice, deja q la casa se adapte a ella"
Maria Listru es la hija del alma de Bonari Urrai. Se siente alguien por primera vez al empezar a vivir con ella. Hablando con Bonaria le dice:" yo creo que usted es mi familia."Es lista, observadora y le gusta el colegio.
Andría Bastíu, hijo de campesinos, es el confidente y enamorado de María.
Nicola Bastíu, hermano de Andría,es un joven lleno de vida que "vive en un mundo de rabia silenciosa " por un orgullo masculino mal entendido.
Anna Teresa Listru. Madre biológica de María.Una mujer demasiado práctica que " no renuncia a la idea de de que la situación privilegiada de María tuviera que comportar alguna ventaja más para ella además de haberla librado de una boca que alimentar"
¿Y cual es el oficio de Bonaria? Es costurera, pero algo más...como María intuye.
La novela se desarrolla en un pueblo de Cerdeña en los años cincuenta.Esta isla aparece en la novela como una hijadel alma de Italia, comparando el vínculo existente entre Bonaria y María con el de Italia y Cerdeña En este pueblo todos están tristes o enfadados. Hay cotilleos es una época de cambio, coexiste lo antiguo no lo nuevo, igual que la falda negra de Bonaria con los vaqueros de María.
Los ambientes interiores muy bien recreados." Las sombras creadas en el techo por las brasas languidecientes" "envueltas en la delicada fragancia del agua de azahar" y el que más me ha gustado, el párrafo en que están en el velatorio:
"La casa del difunto no quedaba lejos, y al acercarse oyeron el canto lúgubre de la attittu. Cada vez que se elevaba ese lamento de primitiva musicalidad, era como si se les cantara a los sobre eses los sufrimientos de cada hogar, los presentes y los pretéritos, porque el luto de una familia despertaba el recuerdo nunca acallado de todos los llantos individuales pasados. Entonces se entornaban las hojas de las ventanas del vecindario para dejar ciego al sol los ojos de las casas, y cada uno iba a llorar, por ausencia interpuesta, a lo muertos en el muerto presente."
La tierra habla de quien la posee, y así nos describe la autora de una sola pasada cómo es la tierra y cómo son sus propietarios. Por ejemplo con esta personificación de los muros que separan unas propiedades de otras:
" Fragmentadas por una miríada de muretes de basalto negro construidos en seco, cada uno con su rencor particular, que lo mantenía en pie."
También dice que el muro llora y que el sol "cansado de las viñas proyecta sobre ellas sombras gigantescas" Presagio de la tragedia que está por venir.
Seguiré con la segunda parte del libro en una próxima entrada.