“La casa de papel” es una serie de televisión española producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Vancouver Producciones. Se estrenó el pasado 2 de mayo en Antena 3 y ayer se emitió el segundo capítulo. La nueva ficción recrea un robo a gran escala, concretamente el de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Los atracadores permanecen encerrados once días, rodeados de los cuerpos de élite de la policía y con 67 rehenes en su poder. Raquel Murillo, inspectora responsable policial del secuestro, es un personaje protagonizado por Itziar Ituño. Y ciertos individuos han pedido el boicot a la serie por la participación de esta actriz cuyas ideas políticas, según ellos, deben ignorarse.El razonamiento que se hacen es el siguiente: la actriz vasca en algunas ocasiones ha mostrado simpatía hacia Bildu, un partido político que defiende la independencia del País Vasco, y se ha mostrado partidaria del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Pero esta iniciativa no significa ser pro-etarra sino acercar los presos a Euskadi por el bien de sus familias, como suele suceder con el resto de criminales del Estado. La actriz ya se había metido en la piel de una etarra arrepentida en ‘Cuéntame cómo pasó’ y nadie pidió boicotear la serie. De hecho, esta misma temporada pudimos ver a Ituño en la piel de una etarra arrepentida de sus actos. Y tampoco hubo ninguna voz que se quejase de su participación en una serie de un canal público, incluso tratando un tema con el que ahora se la relaciona sin ningún fundamento. “Esta polémica –escribePere Solà Gimferrer en La Vanguardia–está abriendo el melón de discutir si es justo condenar una ficción como ‘La casa de papel’, por la participación de una persona en concreto, con sus ideas y opiniones propias, y de esta forma condenar el futuro de una producción donde participan decenas y decenas de personas. Con la película ‘El Guardián Invisible’ ya sucedió algo similar. Pero eso no deja de ser una forma de culpar a la víctima. Quizá sería más interesante plantearnos hasta qué punto se puede calumniar y demonizar una persona, tergiversar sus palabras hasta convertirla en terrorista ante la opinión pública, mediante unas redes sociales que cada vez están más desatadas a la hora de condenar por ideas legítimas”. Por suerte, detrás del hashtag #BoicotCasadePapel hay multitud de personas defendiendo el derecho de cualquier Itziar Ituño de tener sus propias ideas. Por cierto, EL CONFI TV se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para descubrir qué opinión tienen acerca de la serie. El ente público no quiere saber nada de 'La casa de papel'. Cree que no ofrece nada positivo y quiere mantenerse por completo al margen. Pero ese es otro tema.
“La casa de papel” es una serie de televisión española producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Vancouver Producciones. Se estrenó el pasado 2 de mayo en Antena 3 y ayer se emitió el segundo capítulo. La nueva ficción recrea un robo a gran escala, concretamente el de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Los atracadores permanecen encerrados once días, rodeados de los cuerpos de élite de la policía y con 67 rehenes en su poder. Raquel Murillo, inspectora responsable policial del secuestro, es un personaje protagonizado por Itziar Ituño. Y ciertos individuos han pedido el boicot a la serie por la participación de esta actriz cuyas ideas políticas, según ellos, deben ignorarse.El razonamiento que se hacen es el siguiente: la actriz vasca en algunas ocasiones ha mostrado simpatía hacia Bildu, un partido político que defiende la independencia del País Vasco, y se ha mostrado partidaria del acercamiento de los presos de ETA al País Vasco. Pero esta iniciativa no significa ser pro-etarra sino acercar los presos a Euskadi por el bien de sus familias, como suele suceder con el resto de criminales del Estado. La actriz ya se había metido en la piel de una etarra arrepentida en ‘Cuéntame cómo pasó’ y nadie pidió boicotear la serie. De hecho, esta misma temporada pudimos ver a Ituño en la piel de una etarra arrepentida de sus actos. Y tampoco hubo ninguna voz que se quejase de su participación en una serie de un canal público, incluso tratando un tema con el que ahora se la relaciona sin ningún fundamento. “Esta polémica –escribePere Solà Gimferrer en La Vanguardia–está abriendo el melón de discutir si es justo condenar una ficción como ‘La casa de papel’, por la participación de una persona en concreto, con sus ideas y opiniones propias, y de esta forma condenar el futuro de una producción donde participan decenas y decenas de personas. Con la película ‘El Guardián Invisible’ ya sucedió algo similar. Pero eso no deja de ser una forma de culpar a la víctima. Quizá sería más interesante plantearnos hasta qué punto se puede calumniar y demonizar una persona, tergiversar sus palabras hasta convertirla en terrorista ante la opinión pública, mediante unas redes sociales que cada vez están más desatadas a la hora de condenar por ideas legítimas”. Por suerte, detrás del hashtag #BoicotCasadePapel hay multitud de personas defendiendo el derecho de cualquier Itziar Ituño de tener sus propias ideas. Por cierto, EL CONFI TV se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para descubrir qué opinión tienen acerca de la serie. El ente público no quiere saber nada de 'La casa de papel'. Cree que no ofrece nada positivo y quiere mantenerse por completo al margen. Pero ese es otro tema.