La actual fiebre del sábado noche es inundar los canales privados de tertulianos todólogos que opinan de todo porque todo lo saben. Ya no se lleva lo de llamar a expertos en el tema del que se debate y poner orden en las intervenciones. Qué va. Lo que presta es ver cómo Inda, Marhuenda, Rojo, Carmona, Sardá, Beni, Tania, Escolar, Miralles y muchos etcéteras se tiran los trastos a la cabeza sin salirse de su carril, sea derecho o izquierdo. Un nuevo género, el debate-espectáculo, donde se gritan ideas y que se ha extendido a decenas de cadenas de televisión en debates mañaneros ¡con los mismos tertulianos! Tanto sectarismo todólogo empieza a aburrir a los que tenemos hambre de información-reflexión-conversación y somos alérgicos al griterío de los que a menudo tratan de imponer su razón sin dejar hablar. Cómo gritan; cómo cansan.