La agenda

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Hace unos días fui a comprar una agenda para el nuevo año. Tras años y años de adquirir agendas que abandonaba el 15 de enero por el agobio de ver mis días en blanco o con alguna nota con una letra de mierda, he logrado dar con el formato ideal. Solo quiero aquellas que sean del tamaño de un cuaderno, sin anillas y tengan la visión del mes completo en una o dos páginas a lo sumo. Eso no es una agenda, es un monthly planner. Vale. Lo que usted diga.

El caso es que hay tan poco espacio que solo me cabe lo que tengo que hacer en el día. Voy más allá. Lo que es indispensable que haga ese día. Si acaso en la parte izquierda puedo apuntarme algunos recordatorios tipo "Pagar el IGIC", "Depilación. 8 FEB. 13.05 h", "Reclamar factura no pagada". No se llaman recordatorios, sino reminders. Claro que sí, guapi.

Intento afanarme en hacer una caligrafía recta, redonda y pulcra. Misión imposible. Yo soy así. Con esta letra llena de abreviaturas que acabo por no entender y un abuso casi obsesivo de los rotuladores. A primeros de mes apunto más o menos (siempre hay imprevistos) los trabajos y fechas de entrega. En cuanto algo está listo, zasca, una cruz bien gorda en azul. Una cosa menos. ¡Qué placer! Acabado el día. Lista para dedicarme a otras cosas que nunca apuntaré en special dates, ni en to-do, ni en wishlists, ni en goals.

Sencillo. Directo. Nada de objetivos, propósitos, metas ni frases motivadoras. Solo curro encargado, curro hecho.

De todo lo que he descrito, lo más puto, lo que cada vez es más difícil de encontrar son las agendas sin mensajes positivos para que te comas el nuevo año con papas. Hasta hace poco, ese optimismo algo infantil se limitaba a las portadas. Estas navidades comprobé con horror que invade todos los putos días del año. Vale. Sí. He dicho puto tres veces en el mismo párrafo.

Tengo que decir que en este tema he hecho pequeñas concesiones porque el mundo misterwonderfuliano es poderoso, oscuro y te acaba atrapando. En mi agenda 2019 (ejem, hola???, no te he dicho ya que es un monthly planner???) pone I'm gonna live my life. Vamos, un yo me lo guiso, yo me lo como toda la vida. Hace un par de años me regalaron otra que ponía Make it happen now. Vamos, un no te enredes y estate a lo que estás.

Además, estas modas son una jodienda. No hacen sino inflar artificialmente el precio de las agendas. Tapa dura con dibujos+anillas gordas+letras en dorado+algún corazón+frase bienintencionada sobre tu año de la hostia+interior lleno de estímulos para que hagas más y más cosas como entrenar, supervisar tu peso, comprar, ahorrar, controlar tus gastos, quedar con los amigos, montar saraos, recordar cumpleaños y un extenuante etcétera. Todo esto con un billete de 20 euros no lo haces que diría mi madre.

Llámame tacaña, pero no estoy dispuesta a dejarme más de 10 euros. Suerte, bonita.

Frente a todo pronóstico encontré mi agenda en una tienda de ropa de esas tochas, baratas y con escasez de tallas más allá de la L. No voy a decir cuál porque sería una mención no pagada y no creo que en los embajadores de marca sin ánimo de lucro.

Soy inmensamente feliz con ella. Planificar. Escribir. Tachar. Cerrar. Salir. Disfrutar.