Tras el pelotón de primarias de ayer las cosas siguen como estaban. Mitt Romney ha ganado en mas estados que sus contrincantes y ha sumado mas delegados al llevarse Massachusetts, Vermont, Virginia, Idaho y Ohio por los pelos. La victoria de Ohio ha tenido un sabor a derrota porque el mormón ha invertido mas dinero que nadie y aun así solo ha logrado una ventaja de unos pírricos doce mil votos. Y es que Mitt sigue sin convencer a la bases conservadoras de su partido, pero va inexorable hacia la nominación republicana y sumando poco, muy poco a poco delegados a su haber. Y no es por los méritos del propio Mitt. Sino a los deméritos de los demás candidatos. Ya que la lucha entre Santorum y Gringich divide al voto ultra conservador y anti Romney. Ron Paul a efectos prácticos ni existe y sigue solo en la carrera para vender libros y gastar el dinero de los fantasiosos libertarios. Las siguientes primarias que se nos presentan tendrán lugar en estados sumamente conservadores: Kansas, Mississippi y Alabama. Allí Mitt tendrá pobres resultados, pero contara con la inestimable ayuda de sus contrincantes que se eliminarán el uno al otro y se repartirán los delegados de estos estados. Todo mientras Mitt agoniza hacia una nominación casi segura que sus compañeros se empeñan en brindares en bandeja. Así que asistiremos a un lento espectáculo que terminará con la convención republicana de Tampa, Florida.