La alargada sombra del amor - Mathias Malzieu

Publicado el 12 junio 2015 por Esperanza Redondo Morales @esperedondo
Título original: Maintenant qu'il faut tout le temps nuit sur toi / traducción del francés por Sofía Tros
Edición: 1ª ed.
Publicación: Barcelona: Mondadori, 2010
Descripción física: 148 p., 22 cm.
ISBN: 978-84-397-2305-9
Serie: Reservoir Books
CDU: 821.133.1-31"19"
Signatura: N MAL ala
Precio: 13,90 euros en la Casa del Libro
ME ABURRO, QUE AQUÍ NO PASA NADA...
Creo recordar que este libro me llegó a través de una de las ediciones navideñas del bloguero invisible, y además cuando lo recibí me hizo mucha ilusión porque hacía no mucho tiempo que había leído La mecánica del corazón, del mismo autor, y me había gustado bastante. En más de un sitio había oído que esta novela era la continuación precisamente de este libro, pero nada más lejos de la realidad; no solo porque no están relacionados de ningún modo (o si lo están, que después de leerlo tengo mis dudas, es de un modo muy velado y bastante tangencial), sino porque La alargada sombra del amor es en realidad anterior, pero no se había publicado antes en España porque al parecer los editores consideraron en su momento que no iba a tener muy buena acogida.
Pero como La mecánica del corazón sí tuvo en su día un éxito tremendo, se ve que los editores aprovecharon el tirón para repescar esta novela anterior de Malzieu; y claro, cuando te ha gustado mucho un libro y te venden otro como su continuación, es casi inevitable que esperes más, y en este caso más de lo que luego ha resultado ser, al menos para mí...
Argumento y personajes
El libro es tan corto y a la vez tan especial que es un poco complicado hacer un resumen de su argumento; de todas formas os pongo lo que dice en su propia contraportada, que es bastante revelador:
Mathias, un joven treintañero, acaba de perder a su madre. Mientras espera en el parking del hospital a su padre y a su hermana, ocurre un hecho insólito: un gigante se le aparece y le anuncia: "Soy el gigante Jack, doctor en sombrología. Trato a las personas que sufren una pérdida, administrándoles un trozo de mi sombra. Con la sombra se pueden batir el dolor y la muerte.". Mathias deberá aprender a utilizar la sombra protectora. ¿Será capaz de vencer el dolor? ¿Evitará caer en el abismo? ¿Somos nosotros mismos capaces de asumir la pérdida de un amor, un familiar o un amigo? Si no es el caso, el gigante Jack -un viejo conocido de los lectores- tiene una fórmula perfecta para todos.
Como veis, la historia no puede ser más sencilla; no es que quiera decir que es sencillo esto de perder a una madre, que es algo que por desgracia, generalmente tarde o temprano sucede. Pero casi resulta más complicado en realidad resumir el argumento del libro, porque la historia gira todo el tiempo alrededor de este hecho. Lógicamente, y como cualquier otra persona en las mismas circunstancias en las que se encuentra el protagonista, Mathias (no sé si el autor le ha puesto su mismo nombre porque sí o porque la novela tiene algo de autobiográfico), el sentimiento es el de que todo alrededor está triste y vacío por la pérdida de alguien tan importante. Pero aparecerá el gigante Jack para ayudar a Mathias a superar esta pérdida y a volver a sentir las ganas de vivir. También aparecerán tanto el padre de Mathias (no recuerdo su nombre y ahora mismo creo recordar que ni siquiera se llega a mencionar) como su hermana, Lisa, aunque tampoco llegaremos a conocerlos con mucho detalle porque la historia se centra prácticamente todo el tiempo en Mathias y sus sentimientos, su forma de enfrentarse a la vida ahora que su madre no está con ellos, sus momentos de tristeza, de querer dejarlo todo, de querer morirse para estar con su madre, de querer traerla a ella de vuelta para que las cosas vuelvan a ser como eran antes...
Me llamó la atención eso de que en la contraportada del libro dijera que el gigante es un viejo conocido de los lectores. Sí me acordaba de que el protagonista de La mecánica del corazón se llamaba Jack, pero claro, La alargada sombra del amor se escribió bastante antes; también en esta novela de la que os hablo ahora se menciona a una tal miss Acacia, que aparece en la otra; así que no sé si es que el autor ya tenía en mente escribir la siguiente novela y por eso cita a los dos personajes en esta, o qué. En cualquier caso, lo de que el gigante sea un viejo conocido, en el caso de que se trate del mismo Jack que conocí en La mecánica del corazón, no me cuadra para nada con que esta novela sea anterior a la siguiente; así que me he quedado con la intriga, la verdad...
Mis impresiones
Como decía al principio, en su día me gustó bastante La mecánica del corazón (a pesar de ese final que me supo muy a poco), así que di por hecho que esta novela también me gustaría tanto como la anterior, o incluso más. Pero me temo que no fue así; y me dio mucha rabia, porque el estilo de Malzieu es muy poético, con frases por lo general muy sencillas pero a la vez preciosas. Y a veces una historia puede ser de lo más sencilla, sin florituras, pero si la forma de contarla es bonita, casi que el argumento no tiene mayor importancia.
En este caso no ocurrió esto. Sí, la prosa es muy bonita pero la historia, a pesar de todo, no me terminó de llegar. Es preciosa la forma que tiene el autor de meternos de lleno en los sentimientos del protagonista, y nos sentiremos tristes de ver su tristeza (confieso que casi se me escapó alguna lagrimita y más de una vez se me hizo algún que otro nudo en la garganta), pero llegó un momento en el que me empecé a aburrir como una ostra. A pesar de que la novela es cortísima, hubo algún fragmento en el que incluso llegué a cerrar el libro y a mirarlo para comprobar cuántas páginas me quedaban para terminarlo; y eso es una cosa que no me pasa muy a menudo pero cuando ocurre me desanima bastante. No sé si es cosa mía o qué, porque ya sabemos que a veces percibimos una lectura de manera diferente dependiendo del momento o de la situación en la que la leamos; pero me resultó raro, porque había fragmentos con frases preciosas que me encantaron, y sin embargo hubo otros que me dejaron totalmente fría. Y no creo que fuera cosa del estilo del autor, porque tanto de la novela que leí anteriormente como de esta, ese estilo era perfectamente reconocible y no ha cambiado. En fin, misterios de la lectura.
Otra cosa que se me hizo cuesta arriba pero de una manera increíble fue pensar en la edad del protagonista. Ya había visto en el resumen de la contraportada que Mathias es treintañero, y en un momento hacia la mitad del libro él mismo menciona su edad. Pero es que me chirriaba un montón que, a su edad, hiciera las cosas que hacía y dijera las cosas que decía. Creo que si en lugar de ser un chico de treinta y tantos años hubiera sido un niño de ocho o diez, hasta me habría caído simpático el pobre y habría llegado a sentir ternura por él, viendo la situación por la que estaba pasando; pero no, las reacciones de Mathias no me parecieron para nada las propias de una persona de su edad. Eso sí, si el autor lo que perseguía era hacernos partícipes de la tristeza del protagonista, y de sus pocas ganas de vivir por causa de la muerte de su madre, y de transmitirnos una atmósfera gris y hasta un poco agobiante en ocasiones, lo consigue de sobra; pero el caso es que no me terminó de convencer el tema de la edad. No sé, parece como que eso de encontrarse a un gigante, doctor en sombrología, que le va a ayudar a sentirse mejor, le pega más a un niño más pequeño, por aquello del componente fantástico; pero que un chico de treinta años venga con esas, es que no lo termino de ver absolutamente nada... Había ratos en los que incluso me quería convencer de que a lo mejor Mathias lo que estaba haciendo era recordando momentos vividos con su madre cuando él era mucho más pequeño, pero no hay ninguna pista que nos indique que se trata de eso; al contrario, se supone que todo ocurre en el momento presente, o al menos yo lo he percibido así.
Sin embargo y a pesar de todo, el gigante nos llega a caer simpático, por muy fantástico que sea. Es tan majete y tan torpe, todo desgarbado él, cantando y chocándose con todo, y principalmente tratando de animar a Mathias por todos los medios, que le cogeremos cariño desde el primer momento. Pero incluso de él me llegué a cansar al ir avanzando en la lectura. Y eso que a mí la literatura fantástica me gusta bastante; con esto quiero decir que no es que me chirriara el hecho de que aparezcan elementos fantásticos como este gigante que habla y canta.
Y ya lo que terminó de matarme fue el tema de las faltas de ortografía, que lo siento mucho pero es que ha habido lecturas que se me han hecho insoportables por culpa de esto. Ya puede ser la mejor historia del mundo, escrita por el mejor escritor del mundo, que como me encuentre erratas o faltas es como si la propia historia se fuera desinflando sola y se me hiciera cada vez más cuesta arriba. Por suerte no fueron muchas, pero las que me encontré me parecieron demasiado gordas como para no reparar en ellas; eso de encontrarme que hablando de un arroyo (de agua) escribieran "arrollo", o que hablando de la savia de los árboles escribieran "sabia", lógicamente no me gustó nada de nada; aparte de que pensaba que una editorial como Mondadori sería bastante más cuidadosa en este sentido...
Conclusión
Me temo que este es de los libros que no tardaré en olvidar porque no ha conseguido dejarme absolutamente ninguna huella. Eso es algo que odio: casi prefiero mil veces que un libro me ponga incluso de mala leche por el tema que trate, o por algún personaje que llegues a odiar, antes de que me deje indiferente como me ha pasado con este. Y es una pena, porque ya digo que el estilo de Malzieu es muy bonito y el autor sabe transmitir muy bien los sentimientos del protagonista de la historia, con ese lenguaje tan poético que utiliza.
También es cierto que cada libro tiene su lector y cada lector tiene su momento; quizá yo no lo he leído en el momento adecuado, no quiero decir que el hecho de que no me haya gustado sea únicamente culpa del autor. Lo que a unos les gusta a otros les puede resultar insoportable, y viceversa, con lo cual quizá a otra persona este libro sí le llegue más de lo que me ha llegado a mí. El tema que trata es delicado y aun así está muy bien llevado, sin recrearse demasiado en el dolor de la pérdida; aunque yo sigo insistiendo en que no me pega para nada que el protagonista sea un tío treintañero. Pero quizá haya gente a la que la historia le parezca redonda, así que yo estoy indecisa en cuanto a recomendar el libro o no, pero ahí lo dejo.
Si os gustan las historias intimistas, de sentimientos, es bastante posible que disfrutéis de esta lectura; si por el contrario no sois mucho de elucubraciones, puede que os pase como a mí y os aburráis como ostras. En cualquier caso, a no ser que seáis inmunes a estas cosas y las lecturas no os afecten demasiado o no lleguéis a meteros tanto en la historia como para que os afecten, lo que no recomendaría para nada en el caso de este libro es que lo leyerais si no estáis en un momento anímico demasiado bueno, porque lo mismo después de leerlo ya sí que os remata...