"Odiaba ser pobre. Odiaba ser un campesino. Odiaba ser un chico vendedor de periódicos gorrón atrapado en el mezquino gueto siciliano de Los Ángeles. Mi familia no sabía leer ni escribir. Yo quería salirme de aquello. Rápido. Busqué una forma, algo a lo que agarrarme, una pértiga que me catapultara de mi casposo hábitat de los que no son nada al rutilante mundo de los que son alguien.
Intenté ir a la escuela, conseguir una educación técnica. Esa pértiga se partió en mitad de mi salto. Estudié otras formas rápidas: el contrabando, el boxeo profesional, el bate y la pelota, los timos. Cuando finalmente hallé mi pértiga, no estaba hecha de bambú, cristal o metal. De hecho, no era en absoluto una pértiga. Era una alfombra mágica, tejida con los bucles y los rizos de una prodigiosa piel de flexible plástico, cuyos filamentos llevaban el código genético de todas las artes del hombre, y desde la cual el abracadabra de la ciencia conjuraba las esperanzas, los temores, los sueños del hombre..., ¡la alfombra mágica del cine! Salté a la fama gracias a su magia."
Frank Capra
Prefacio de su autobiografía "El nombre delante del título" ( T&B Editores)