La Alhambra: La leyenda de los Azulejos de Mexuar

Por Juroher
Ésta es la sala más antigua de todo el conjunto palaciego. Una joya arquitectónica. 
El sultán se situaba en ella, dentro de una cámara elevada, oculta por celosías, con el fin de escuchar sin ser visto.
Desde allí prestaba audiencia e impartía justicia. El pueblo confiaba en él. 
Es un hecho históricamente comprobado que el sultán tenía en aquella época cualidad judicial. 
Sus sentencias eran conocidas por ecuánimes e imparciales. 
En su puerta, anunciando su razón de ser, había unos azulejos con una leyenda que rezaba: “Entra y pide. No temas pedir justicia, que hallarla has”.