La “Almena del Cid”. El Castillo de Almonacid de Toledo

Por Felperea

Todo el que coja la Autovía de los Viñedos en dirección a Toledo-Autovía de Andalucía (o viceversa) se habrá cruzado poco antes de llegar a la Capital con una gran Fortaleza en ruinas en lo alto de un cerro pelado y desgastado. Es el antiguo Castillo de Almonacid de Toledo, o como fuera conocido en otro tiempo “Almena del Cid” (de ahí Almonacid). Hoy en día se pudre y derrumba sin que ninguna institución publica o privada ponga remedio a su paulatino deterioro, siendo un ejemplo más de la pésima gestión del Patrimonio por parte de las Administraciones de nuestro rico pero abandonado Patrimonio Monumental.

Vistas de Almonacid de Toledo desde el Castillo.

¿Como Llegar?

El castillo de Almonacid se encuentra en el municipio de Almonacid de Toledo, provincia de Toledo, a 20 km de Toledo Capital por la Autovía de los Viñedos. Se eleva sobre un monte que puede verse desde decenas de kilómetros. Su acceso no es complicado, salvo el camino que sube al monte que es de tierra y grava. Se puede acceder en automóvil, aunque merece la pena aparcar al lado del Convento abandonado o Cementerio Viejo, que da acceso al camino y darse un pequeño paseo. Además por alli pasa uno de los tramos de la Ruta de Don Quijote.


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Estado

Se encuentra bajo la irrisoria y paradójica protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Volvemos a encontrarnos con un edificio fruto del abandono total de gran parte del Patrimonio Histórico de nuestro país. El Castillo se encuentra en ruina progresiva, han desaparecido sus sillares mas importantes lo cual deja a los muros sin su principal sustentación. Como curiosidad, el Ayuntamiento, que es titular del Castillo, ha puesto en venta por el Ayuntamiento al precio de un céntimo, con la condición de que el comprador se comprometa a restaurarlo por completo, cosa que a día de hoy se ve poco factible y que deja al Castillo abandonado a su suerte.

Muralla exterior del Castillo

Forma parte, como no podía ser de otra manera, de la Lista Roja del Patrimonio.

Historia

La primera referencia documental que hace referencia a este castillo es de origen musulmán donde se construye una primitiva Alcazaba en el siglo IX, cuando servía de punto de vigilancia de un antiguo camino a La Mancha a Andalucía. La posición estratégica del Castillo será la principal protagonista durante toda su historia útil, en sus alrededores se librarían batallas hasta incluso el siglo XIX. Se dice que fue El Cid Campeador quien llegó a conquistar el castillo que pasó a ser conocido como Almena del Cid durante muchos años, aún que lo mas probable es que el mítico Rodrigo Diaz de Vivar únicamente descansara en el Castillo con sus tropas.

Restos de la Torre del Homenaje en el interior del recinto

Su orígen es pués Islámico, formando parte de las fortalezas que protegían Toledo. Tras la Reconquista de Toledo, en el siglo XI,  pasa de Alfonso VI como parte de la dote de Zaida, su esposa e hija del rey moro de Toledo. Posteriormente formara parte de una donación de  Alfonso VI a la Catedral de Toledo, siendo reformado en el siglo XIV por mandato del Arzobispo Tenorio (que también manda construir el cercano Castillo de San Servando). Fue entonces utilizado como prisión para nobles, como por ejemplo  Don Alfonso, Conde de Gijón y Noreña e hijo bastardo de Enrique II.

Interior del Castillo

El Arquitecto D. Pedro Gumiel la define en el siglo XVI como “Una de las fortalezas buenas de Castilla …”

Su decadencia comienza en el siglo XVIII, pasando a manos de los Condes de Mora. En el año 1809 tuvo lugar su última actividad guerrera, al servir de refugio a las tropas del General Venegas en la lucha contra los franceses en la Batalla de Almonacid, pese a que fue finalmente conquistado por las tropas francesas, que toman y destruyen parte de la fortaleza, quedando abandonada y expuesta al saqueo hasta nuestros días.

Camino de ronda del Castillo.

Estructura

El castillo de Almonacid tiene elevados muros de importantes dimensiones aún almenados, protegidos por una barrera exterior y un camino de ronda que aun se puede recorrer en su totalidad. En el interior sólo queda la torre del homenaje, situada en el centro del recinto.

Restos de la Aljibe

La torre  tiene tres plantas con bóvedas de ladrillo. Existen restos de dos aljibes, en buen estado, un silo y algunas habitaciones. Hay también que destacar sus triples troneras.

Interior de la Torre del Homenaje

Imágenes

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