La almohada y los bebés

Por Gabriel Benítez @BrazosMi

Cambiando la ropa de invierno de mi niño por la de verano, he vuelto a ver su almohada en el armario. Es un armario donde guardamos la ropa que ya se le ha quedado pequeña y la que puede usar en otra temporada. También, guardamos aquí los paquetes de pañales y toallitas. Y ahí estaba la parte más inútil de la cama de un bebé, pues no debe usarse en los primeros años de vida.

¿Por qué no debe usarse la almohada?


Aunque no te hayas fijado, salta a la vista. Un bebé tiene la cabeza mucho más grande en relación con su cuerpo que cualquier adulto. Por esto, si le hacemos usar una almohada, estaríamos forzando la curvatura natural del cuello del bebé. Otra de las razones es el riesgo de asfixia si el bebé llega a darse la vuelta hacia abajo. De hecho, el colchón de la minicuna de mi niño venía con perforaciones para que evitar esto mismo como medida de seguridad.
Por otro lado, como padre y basándome en mi propia experiencia, duerme al niño de lado a poder ser y alternando la orientación cada noche. Con esto, vas a evitar que tu bebé pierda la curvatura que tiene en la parte trasera de la cabeza. De no ser así, terminará aplanándose. A mí me pasó y a mi hijo también, por lo que ahora, ambos tenemos el mismo tipo de cabeza… No es por haberlo hecho mal, si no que al rato de estar durmiendo, nos poníamos hacia arriba, pese a los intentos de hacer que durmiéramos de lado. Para ello, puedes usar una toalla enrollada que haga de tope o pared, colocándola en la parte trasera del bebé.

¿Cuándo puede comenzar a usarla?


A partir de los dos años, los hombros empiezan a desarrollarse con respecto la cabeza y puede que ésta empiece a colgar cuando el bebé duerme, por lo que es conveniente observar su postura al dormir para corregirla usando una almohada si es necesario.

¿Cómo debe ser la almohada?


La idónea para los niños que empiezan a usar almohada debe tener estas características: fina o delgada, firme y corta, y de la misma extensión que un cojín. No es necesario que ocupe todo el ancho de su cama.
En cuanto al material de fabricación, mejor si está hecha en un material que permita la respiración, como es el algodón. Además, la funda de la almohada deberá tener las mismas características, todo ello para permitir la oxigenación y respiración.
Creo que en los próximos meses, sacaré la almohada del armario para que el crío comience a dormir con ella. ¿Tus niños usan almohada ya?