La amenaza del buen ejemplo

Publicado el 27 mayo 2016 por Wig
Cualquier intento de socialización será siempre considerado como antidemocrático a ojos de los grandes intereses económicos que mecen la cuna de la Sociedad. La Democracia entendida por estos intereses económicos es una apología al terror de permitir el bienestar social para la mayor cantidad de individuos de una Sociedad. Para estos poderes económicos, la democracia sólo es Democracia si se sostiene en la supremacía de los grandes capitales económicos. Perseguir el bienestar social como referencia política encarece la mano de obra. !Oh, no¡ No, señor. Eso es malo para las grandes empresas internacionales, nacionales y sus respectivos empresarios y accionistas. Abaratar coste laborales a costa de perseguir un sistema político que propugne la mejoría social de la población es Democracia. Facilitar el acceso de la población a la educación y la salud es democracia con la boca chica y casi un pecado inconfesable. Fabricar y reconstruir sin pudor en países arruinados para obtener mano de obra barata con tasas de contaminación excesiva es Democracia. Y "Reforma"  es la pantalla dialéctica social aunque lleve a la pobreza general frente a "Recorte" (social) que sería la palabra correcta y fiel en significado.  Mejor "Investigado" que "imputado", que denota la implicación feacientemente demostrada del supuesto delito. La Corrupción es un Derecho en cualquier Democracia basada en criterios macroeconómicos. La política del terror siempre funciona en el ser humano. El Sistema Público que favorece al Poder de control de la Democracia siempre existirá. Lo demás siempre será externalizado. El Buen ejemplo social es una aberración al Sistema Económico que basa su poder en la desmesurada productividad a costes salariales mínimos e insuficientes para incluso malvivir. La Sindicación social es la aberración de las aberraciones de la Democracia......Por eso, no estaría mal que se cumpliera las utopías que hicieran que desapareciera esa "D-" y se convirtiera en "democracia" a secas, sin sus connotaciones explícitas a los grandes intereses económicos.