Revista América Latina

La AN en desacato “aprobó” la reincorporación de Venezuela al TIAR: los tiros de la intervención “humanitaria” van por otro lado

Publicado el 28 julio 2019 por Jmartoranoster

Juan Martorano

A 236 años del natalicio del Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar, pensé que lo había visto todo, pero no. Ayer el pretendido parlamento nacional, en un ejercicio de genuflexión y lacayismo en grado superlativo, “aprobó” en su “sesión solemne” de ayer celebrada en la Plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes, municipio Baruta del estado bolivariano de Miranda, la reincorporación según ellos, de Venezuela al Tratado de Río o Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, mejor conocido como TIAR. Esta sesión solemne y anunciada con tanta parafernalia por el pretendido “presidente autoproclamado” Juan Guaidó, la realizó para conmemorar los seis (6) meses de su “auto declaratoria” como supuesto Presidente interino de la República Bolivariana de Venezuela. En lo que ellos han catalogado como la “inauguración de un proceso de liberación democrática” iniciado el 23 de enero de 2019. Guaidó en las palabras que dirigió el día de ayer, y ante la presencia de diversos actores políticos, sociales y gremiales complotados contra el actual Gobierno Bolivariano y el Estado-Nación venezolano, destacó los seis elementos centrales de ataque los cuales son: 1.- Aplicación del artículo 233 del texto constitucional (totalmente descontextualizado y tergiversado con premeditación y alevosía) ,2.- Reconocimiento de 60 países de la comunidad internacional (versus los 130 que reconocen a Maduro, es decir, casi 2/3 de lo que componen la Asamblea General de la ONU), 3.- Protección de activos y presión diplomática (es decir, robo y confiscación de los activos de la República y la imposición de medidas coercitivas unilaterales que complejicen aún más las penurias del venezolano y la venezolana de “a pie”), 4.- Movilización de calle (es decir, promoción de la violencia, ante la posibilidad de acceder al poder por la vía electoral), 5.- Ayuda Humanitaria (que no es más que la excusa perfecta para una intervención militar en Venezuela por parte de EEUU para venir a saquear nuestras riquezas) y 6.- Garantías a los que se pongan del lado de la constitución (es decir, captar el apoyo de efectivos militares, policiales y de nuestros cuerpos de inteligencia, para poder asestar el zarpazo en contra de la Patria). Indicó Guaidó que “todas las opciones que hemos conquistado dejan claro que no hemos improvisado ni esperado por soluciones mágicas. Tenemos una estrategia, un plan, una ruta y los ejercemos en todos los espacios de lucha que nos aproxime a ponerle fin al sufrimiento de nuestra gente”. Es decir, con estos señalamientos, demuestra Guaidó que sigue a pie de juntillas las instrucciones de los halcones de la administración Trump. Lo del día de ayer, en donde no improvisaba sino que leía un discurso muy bien elaborado, confirma el mal momento por el que este pretendido adlátere del fascismo criollo está atravesando. Nuevamente en su discurso de balance (si así podemos catalogarlo) repitió lo que sus propios compañeros han tildado como “el mantra de los 3 pasos” (cese de la supuesta usurpación, instalación de un supuesto gobierno de transición y elecciones libres, sin Maduro y el chavismo por supuesto). Sin embargo, todo esto tiene que ver con los nuevos lineamientos e intentos por escalar en la agresión en contra de Venezuela. En la entrada de este segundo semestre del año, el “autoproclamado” expresó que “avanzarán” en 5 pilares fundamentales para (ahora sí) lograr el cambio político en Venezuela: 1.- A través de la cooperación internacional; 2.- Reforzamiento del ejercicio de gobierno (virtual), 3.- Presión y mediación internacional (es decir, más agresiones y medidas coercitivas contra el país) 4.- Profundización de la ayuda humanitaria (otorgar los necesarios justificativos a los estadounidenses para que nos invadan) y 5.- Ejercicio de la “mayoría en la calle” (que no es más que el levantamiento de su representación de las negociaciones en Barbados y la retoma de una agenda de calle extremadamente violenta). Es en ese contexto, y en lo que él definió como “marco de la cooperación internacional”, violentando todos los procedimientos legales y constitucionales, el parlamento en desacato e insubordinado al orden constitucional dirigido por su persona, fue que procedió a la aprobación de la reincorporación de Venezuela al Tratado de Río o TIAR, como lo expresábamos párrafos más arriba. El TIAR es un tratado que fue firmado en la ciudad de Río de Janeiro el 2 de septiembre de 1947, un año antes del nacimiento de la OEA y de la OTAN. Y fundamentalmente incluye “el compromiso de defensa colectiva ante cualquier ataque armado por parte de un Estado contra una de las naciones firmantes americanas de la misma”. Como lo señala un extraordinario trabajo del portal Misión Verdad, titulado: “Breve Historia del TIAR: ¿por qué EEUU lo resucita para usarlo contra Venezuela? De fecha 15 de julio de 2019, Se expresa que el TIAR no sólo tiene que ver con la parte militar como se ha destacado, sino que plantea la posibilidad de imposición de represalias en el orden económico o diplomáticas en contra del país agresor, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 8 del referido tratado. Esta pretendida reincorporación del TIAR, el cual, no tendrá efectos reales sino para un sector de la OEA que reconoce a Guaidó como presidente y a su representante como miembro del Consejo Permanente, a los fines de intentar armar un expediente muy similar al que precedió a la invasión de la isla de Grenada en 1983. Algunos de los elementos que expresa el mencionado trabajo de Misión Verdad, son los siguientes: 1.- Acoso por parte de EEUU, por vía propia y a través de los países vecinos aliados a sus intereses, a su economía mediante el congelamiento de créditos internacionales, creando un entorno financiero hostil. 2.- Aprovechamiento de las discrepancias internas producidas por sectores extremos del “New Jewel Movement”, partido del gobierno encabezado por Maurice Bishop, y en el caso de Venezuela, del denominado “chavismo crítico” o “chavismo disidente”. 3.- Apoyo al sabotaje económico por parte de la oposición política y sectores privados por parte de corporaciones petroleras interesadas en apropiarse de las reservas de hidrocarburos en el Caribe. 4.- Presencia de brigadas cubanas (técnicos y obreros que modernizaban el aeropuerto en Point Salines bajo la dirección de una empresa inglesa) como excusa de invasión militar al ser considerada como “un ataque contra todos los Estados americanos”. En el caso venezolano, ahora no sólo es la presencia de los cubanos, sino de supuestas células del ELN, disidencias de las FARC y Hezbolá en nuestro territorio. 5.- Cerco mediático enmascarando las acciones de agresión antes, durante y luego del ataque militar. El TIAR para ser aplicado, deben reunirse los cancilleres de los países firmantes ante el pedido explícito del Estado afectado. El Consejo Permanente de la OEA solamente se puede encargar de evaluar si hay condiciones para convocar una reunión de consulta de los integrantes o si aplican las medidas correspondientes, fuera de ello, no tiene otras atribuciones. Otro elemento a destacar, es que en el precitado trabajo de investigación, artículo 8 del TIAR contempla una serie de medidas de presión “restablecer la paz y garantizar la seguridad hemisférica”, a saber:
  • El retiro de los jefes de misión.
  • La ruptura de las relaciones diplomáticas.
  • La ruptura de las relaciones consulares.
  • La interrupción parcial o total de las relaciones económicas.
  • La interrupción parcial o total de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas, o radiotelegráficas.
  • El empleo de la fuerza armada.
Se tratan de medidas progresivas, algunas de ellas están restringidas exclusivamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En consecuencia, el Órgano de Consulta debería enviar inmediatamente al Consejo de Seguridad la información de las acciones que, según lo dispuesto en los artículos 51 y 54 de la Carta de la ONU, hayan sido desarrolladas o proyectadas en ejercicio del derecho de legítima defensa colectiva. En fin, según lo dispuesto y la práctica, ya el TIAR se estaría aplicando tácitamente. La convocatoria a tal mecanismo no garantiza que se lleve a cabo una operación de carácter militar en Venezuela debido a que persiste el posicionamiento por parte del Grupo de Lima de que la situación venezolana representa una amenaza para la paz y la seguridad hemisférica. Basados en la supuesta desestabilización que causa en la región la migración de venezolanos y la provocación mediática que intenta una internacionalización de la crisis, pueden apelar a que la crisis humanitaria no se trata de un asunto de índole militar. Sin embargo, la disputa reside en que el gobierno constitucional de Nicolás Maduro es reconocido por la ONU, cuyo Consejo de Seguridad tendría que validar cualquier acción propuesta por la OEA como activadora del TIAR, un mecanismo obsoleto y contradictorio que parece estar siendo utilizado como un bluff. Ahora, hubo otros elementos en los que Guaidó se refirió en su discurso, que si son mucho más peligrosos que el de la supuesta reincorporación de Venezuela al TIAR. Por ejemplo, el referido a la designación de un “directorio ad hoc” del Banco Central de Venezuela para “ahondar en la protección de activos. Es claro que el objetivo es que Guaidó, por instrucciones de sus amos imperiales, quiere “echar mano” de nuestras reservas internacionales y de oro venezolano, a los fines de que no tengamos los recursos necesarios para el acceso a los alimentos, medicamentos, bienes e insumos necesarios para garantizar la calidad de vida de la población venezolana. También el impulso para la designación de un “Contralor Especial” en aras del impulso del “gobierno de sombras” y “Estado Paralelo”, buscan escalar en el intento del debilitamiento del Estado- Nación venezolano, otro detalle sumamente peligroso, a mi parecer. Igualmente, cuando expresa Guaidó de impulsar su participación en el concierto de las Naciones Unidas, es que es altamente probable que designe un embajador para dicha instancia, en perjuicio de nuestro país, y con el apoyo de EEUU, lo cual podría generar impasses innecesarios. No olvidemos también que en septiembre se instala el nuevo período de sesiones de la Asamblea General, por lo que éste sujeto no está dando puntadas sin dedal. Dos detalles que me parecen extremadamente peligrosos de los anuncios del “autoproclamado”, tienen que ver con las instrucciones que le dio a su “asesor de seguridad”, me refiero al prófugo Iván Simonovis, para sostener reuniones con servicios y agencias de inteligencia a nivel internacional (léase Mossad, CIA, MI6, BMD, entre otras) para el combate a la “criminalidad, el narcotráfico y la delincuencia”. Es decir, debemos prepararnos para el escalamiento de la infiltración por parte de mercenarios y grupos paramilitares en el país, para el despliegue de nuevas acciones terroristas contra el país. Y el segundo detalle, tiene que ver con la convocatoria para acciones de calle el próximo viernes 26 de julio, en el momento en que se encuentren reunidos en el país diversos movimientos progresistas y de izquierda a nivel mundial en la 25 asamblea del Foro de Sao Paulo, en Caracas. Esto también ha ocurrido por el culillo y la blandenguería de nuestras autoridades y el sistema de administración de justicia, que no le termina de poner “los ganchos” a Guaidó, y realmente no comprendo que es lo que están esperando. Por ello, y para concluir estas extensas, pero necesarias líneas, por ello pienso que la “reincorporación del TIAR” promovida por Guaidó no es más que una fachada o “trapo rojo” para no develar sus verdaderas intenciones. Pienso que la estrategia a fin de justificar una intervención de tipo “humanitaria” en Venezuela pasa por el denominado R2P o la denominada teoría de la “responsabilidad de proteger”, denunciada en innumerables oportunidades por la abogada constitucionalista y actual constituyente, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional Constituyente, María Alejandra Díaz Marín. Así como también a través de la construcción de una imagen autoritaria y de supuestas violaciones de Derechos Humanos por parte del presidente Nicolás Maduro, a fin de imputarle la comisión de delitos de “lesa humanidad” ante la Corte Penal Internacional, a fin de restarle movilidad y margen de maniobra a nivel internacional, con el objetivo de lograr el colapso del país. Ahí se las dejo. ¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca! ¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen! ¡Hasta la Victoria Siempre! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y Venceremos! Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).   [email protected]       @juanmartorano Resultado de imagen para Juan Guaidó Las Mercedes TIAR

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