Fuente: Tribuna de Valladolid *
¿Se ha fijado alguna vez? En la parte trasera de la Iglesia de El Salvador, en pleno centro de Valladolid, hay una placa de calle censurada. Borrada, ‘picoteada’, por decirlo de alguna manera. Y curiosamente se trata de un letrero antiguo, de los de cerámica como se usaban hace muchos años y no de los actuales. Esta vía es la calle de la Galera, como bien dicen las otras placas adecuadamente situadas al principio y al final de esta, y tiene una curiosa intrahistoria detrás.
Todo comienza con un personaje histórico de la ciudad, Nicolás González Peña, que hace más de un siglo hizo méritos suficientes para acabar de contable en el Ayuntamiento de Valladolid. Su labor fue reconocida en la ciudad y por el Consistorio, de manera que incluso a día de hoy una gran placa luce dentro del propio edificio, concretamente en el actual despacho de la concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo. Pero hubo más reconocimiento para González Peña.
Por aquel entonces también se decidió, fruto de su buen hacer, otorgarle el nombre de una calle queriendo la fortuna que esta fuera la nombrada de la Galera. ‘Calle de González Peña’, lucía en el letrero, dejando constancia de la importante tarea realizada durante años y años en el Ayuntamiento de la ciudad. Pero entonces llegó la Guerra Civil, en 1936. Y ahí se produjo el desaguisado.
En un clima de confrontación y crispación, el bando nacional encontró esta placa detrás de la mencionada Iglesia de El Salvador y confundió al mencionado contable vallisoletano con otro González Peña como era un socialista asturiano, en apariencia sin ninguna vinculación con la ciudad, y que tuvo un protagonismo considerable en la UGT durante esta Guerra Civil llegando más tarde a ministro de Justicia. Y decidieron sabotearla.
A base de pico y martillo destrozaron literalmente la señal y la dejaron en su estado actual, que se ha conservado de esta manera hasta el día de hoy. Fue cuestión de tiempo, y ya con los ánimos menos caldeados, cuando la comisión que se encargaba de poner los nombres de calles a la ciudad decidió cambiarla a la actual de la Galera para evitar equívocos. Así fue cómo Nicolás González Peña, honrado contable de Valladolid, se quedó solo con un reconocimiento en el despacho de la concejala en el Ayuntamiento.
Fuente: * Tribuna de Valladolid