Hola, amig@ lujurios@
Pero lo cierto es que la continuación de esta novela, La gran fuga (The Great Escape), me resultó todavía más frustrante y me juré no repetir con más fiascos de este estilo porque, sin darme cuenta, acababa de perder todas mis esperanzas en SEP. Su traductora se había cargado de un plumazo el espíritu narrativo de la autora.
Y es que de nada nos sirve a las lectoras y escritoras de romántica intentar dignificar el género para que ocupe el lugar que se merece dentro de la literatura, si la mala praxis del negocio en sí tira por tierra todos nuestros esfuerzos. Pero ya lo de ayer fue… uf, no sé ni cómo denominarlo. ¿Acogotante? Precisamente de este tema hablaba el otro día con unas cuantas amigas cuando un par de ellas empezaron a hacer chanzas de la traducción de Esposa por la mañana (Married By Morning), de Lisa Kleypas. Tanto se pitorrearon del tono de la traducción y de los eufemismos que utilizaba el traductor —que en este caso se trata de un varón—, que me picó la curiosidad y, habiendo comprado hace ya más de un año un ejemplar que aún no había tenido tiempo de echarme al coleto, me puse a leerlo con fruición.