La apretada agenda del rey

Por Benito Sacaluga

Imagen: Ballesteros-Efe.

Según la prensa el rey de España viajará a Palma de Mallorca el próximo viernes y se espera que permanezca allí hasta el día 10 de agosto. Es posible que en estos momentos el Palacio de Marivent ya esté listo e impoluto para acoger a Felipe VI y a todos aquellos que le acompañen en su merecido descanso estival.
Fue en 1973, en plena dictadura franquista, cuando por primera vez el entonces príncipe Juan Carlos dispuso del Palacio de Marivent para sus vacaciones gracias a la cesión efectuada por la Diputación de Baleares, por aquel entonces Felipe contaba cinco años y desde entonces Marivent viene acogiendo a la familia real española y a sus ilustres invitados. Un palacio que fue cedido a la Diputación por su propietaria, Anunciación Marconi Taffani, a condición de que se crease un museo que llevase el nombre de su difunto marido, el pintor Juan de Saridakis, y que permaneciese abierto al público, de nada le sirvió a los descendientes de Saridakis acudir a la justicia por el incumplimiento de las condiciones de la cesión. Una historia y unos antecedentes a los que Felipe VI debería prestar atención, tanto como apela al cumplimiento de la ley debería procurar que se cumpla  lo estipulado en la cesión en lugar de seguir utilizándolo para su exclusivo provecho y disfrute.
Este año 2015, según nos cuenta El Pais, la reina Sofia y su hermana Irene de Grecia están instaladas en Marivent desde finales del pasado mes de junio, palaciego lugar desde donde Sofia e Irene de Grecia sin duda compartirán el sufrimiento del pueblo griego.
Se comenta que el próximo mes de agosto Felipe VI tiene una agenda muy apretada durante los días que va a pasar en la isla, vamos que prácticamente va a estar currando la mayor parte del tiempo. Un trabajo penoso y duro que va a consistir en participar en la Copa de Vela a bordo del ""Aifos", un velero de regatas propiedad de la Armada Española y por tanto pagado por todos los españolitos, recibir a Mariano Rajoy para que le cuente lo que quiera y alguna que otra recepción a los gerifaltes del entorno para así cumplir su promesa de acercar la monarquía a los ciudadanos. 
Mientras que la prensa y la teles ofrezcan la consabida foto de la familia real en la escalera de palacio los españoles nos habremos acercado un poco más a esa pobreza que Rajoy niega. Mientras que un rey disfruta de los bienes del pueblo, el pueblo llano bajará la mirada ante la injusticia que supone que un Jefe de Estado no electo y además coronado goce de todos los placeres imaginables, totalmente inalcanzables para esa clase trabajadora y esos pensionistas que pagan puntualmente las facturas de la Casa Real con cargo a un salario esclavista o a una pensión vergonzosa.
Unas vacaciones de verano las del rey y los suyos a las que la mayoría de los españoles y españolas hace tiempo que llevan renunciando para poder seguir manteniendo al menos dignamente a sus familias. Unas reales vacaciones que tendrán lugar mientras los comedores sociales no dan abasto y las familias más desfavorecidas se ven desalojadas de sus casas por un sistema financiero al que hemos rescatado de la quiebra entre todos. 
Una vez que acabe su periplo en Mallorca el rey iniciará otra ronda de vacaciones en plan "privado", vacaciones que también le pagaremos entre todos, aunque muchos, cada vez más, no perdamos la esperanza de que la próxima vez que veamos al rey subir a un barco lo haga como su bisabuelo, huyendo de la democracia rumbo a Marsella. Cinco años después, en 1936, no dudó el bueno de Alfonso XIII en apoyar fervientemente el levantamiento militar contra la República Española, hasta llegó a afirmar "soy un falangista de primera hora". Del sometimiento de Juan Carlos I a las leyes franquistas mejor no hablar. Esta es la monarquía que tenemos en España.
Benito Sacaluga.