Y a pesar de tanto jaleo de patas y números la arañita terminó su primera telaraña sin meter ninguna pata. Pero en lugar de tener la forma habitual, salió con forma de número 3. ¡Qué chulada de telaraña! Y continúo haciendo telarañas con forma del resto de números: 4, 5, 6, 7... y sin darse cuenta aprendió a hacer telarañas y nunca más volvió a ser una araña patosa. Ilustración: Ana del Arenal Imprime este cuento
Y a pesar de tanto jaleo de patas y números la arañita terminó su primera telaraña sin meter ninguna pata. Pero en lugar de tener la forma habitual, salió con forma de número 3. ¡Qué chulada de telaraña! Y continúo haciendo telarañas con forma del resto de números: 4, 5, 6, 7... y sin darse cuenta aprendió a hacer telarañas y nunca más volvió a ser una araña patosa. Ilustración: Ana del Arenal Imprime este cuento