Estamos en pleno otoño, las noches son más largas y se aproximan los meses más fríos, en estas circunstancias algunos animales silvestres se acercan a nuestros pueblos en busca de calor y alimento. Hoy hablaremos de una araña que empieza a buscar refugio en nuestros garajes y trasteros para beneficiarse del calor de nuestras casas. Aunque su hábitat natural son las zonas boscosas, praderas, montañas, montes pelados y humedales.
Nuestra protagonista es una tarántula, la mayor araña de Europa, conocida comúnmente como araña lobo (Lycosa tarantula). Son animales muy singulares, excelentes corredoras y poseen una visión impecable aunque no pueden mover ninguno de sus ocho ojos, pero gracias a como están situados en sus anatomía obtienen una visión periférica excelente para moverse por el entorno, atrapar sus presas y evitar depredadores. Su color puede ser desde pardo hasta gris oscuro y es muy común que tengan una mancha en forma de guitarra en el abdomen.
Por lo que resulta curiosa la leyenda negra que existe sobre su picadura desde tiempos remotos. Durante la Edad Media, se creía que para curarse de la "locura" que producía el veneno de la picadura de la araña lobo, había que bailar. En Italia de esta superstición nació en baile de la "Tarantela".
El erudito jesuita Athanasius Kircher en el siglo XVII nos cuenta que la "Tarantela" es un baile curativo y bailar la "Tarantela" salvaba la vida a los campesinos picados por la araña lobo, según el siguiente proceder. Una vez picado por la araña, se convocaba a los músicos del lugar para que acudieran a casa de esa persona. Este se tendía en su cama y a su lado los músicos empezaban a tocar, hasta que veían agitarse una mano o un pie del atarantado entonces el enfermo se ponía en pie y bailaba, porque bailar le aliviaba el dolor. Si los músicos se detenían los dolores retornaban, debía bailar dos días seguidos, en el baile a veces imitaba los gestos de una araña o los aspavientos para alejarla, como es de suponer los músicos iban turnándose, y al final de estos dos días el enfermo acababa extenuado y curado.
En España hay una tradición parecida, pero para que la persona picada por la araña lobo bailara se usaban algunos bailes populares, como jotas y fandangos, tocados a un ritmo más vivo de lo habitual. Como testimonio de esta superstición, en la zarzuela "La Tempranica", el personaje del gitanillo Grabié canta mientras baila un zapateado:
"...Zerá que a mi me ha picao
la tarántula dañina,y por eso me he quedao
más dergao que una sardina.
¡Te coman los mengues,
mardita la araña
que tié en la barriga
pintá una guitarra!
Bailando se cura tan jondo doló.
¡Ay! ¡Mal haya la araña que a mí
me picó..."
Otras curiosidades de la araña lobo:
- Al igual que los ojos de los gatos, los ojos de la araña lobo son capaces de reflejar la luz en ambientes de poca iluminación.
- La velocidad que alcanza una araña lobo es de 2'16 Km/h.- Las arañas lobo son capaces de recorrer distancias cortas sobre el agua.