Quizás sea algo reiterativo en mis conceptos, pero la nota de Omar me motivó a expresar claramente mi posición.
Voy a salir del closet y confesarme: No soy hincha de la selección.
Y me animo a decirlo porque afortunadamente superé el complejo de la traición a la patria. Quizás con el tiempo he descubierto que hay hechos muchísimos más patrióticos que alentar a la albiceleste (como pagar los impuestos). También me parece patética las frases de que 'la selección nos une' y de que 'es un mes en el que todos tiramos para el mismo lado sin distinciones'.
No quiero ir muy profundo (porque no es la causa de mi posición) pero creo que lo del 78 fue una clara muestra de pan y circo. Todo un país unido alentando a los pibes de Menotti y otro país divido en una guerra mucho más trascendental, con muertos y heridas aún abiertas. En el 78 era muy chico y no lo viví, pero creo que me hubiese sentido estafado (y no por la compra del partido).
Hoy somos más desconfiados, y un grupo heterogéneo de 23 multimillonarios que viven una cotideaneidad tan diferente a la de los que vivimos acá obviamente no puede representarnos en el total de nuestra realidad e idiosincracia.
Pero quizás nos es mucho más simple como sociedad dejar de lado nuestras incongruencias, contradicciones y divisiones por un mes y meternos detrás de un falso ideal antes que asumirlas.
Estados Unidos es un país muy nacionalista, y sin embargo no les interesa las selecciones de nada.
Alemania es un país que hasta el año 2006 sintió culpa de festejar con banderas en la calle, porque sentían vergüenza ante el mundo por las atrocidades que habían cometido sesenta años antes.
Sin embargo, nada de lo dicho anteriormente es causa de mi posición. A mi no me gusta la selección porque no hay jugadores de mi equipo. Y porque es una selección identificada con la contra. Siento pasión por mi club y no me queda espacio en el corazón como para gritar un gol de Palermo (lo admiro como profesional y parece ser gran persona) , o como para que algo de lo que diga o haga Maradona me caiga bien. Yo quería que el Titán erre los tres penales (después del tercero sentí lástima por él) y fui hincha de la selección a partir del partido con Bulgaria en 94 hasta el de Holanda en 98.
Y a pesar de todo esto me siento tan argentino como Omar o como cualquiera.
Juan Pablo Serra