Kirtling (Cambridgeshire), 20 de mayo 1588.
Isabel no contaba con un ejército permanente de soldados plenamente armados e instruidos que pudiera oponer a los invasores españoles, más allá de las reducidas guarniciones permanentes de Berwick, en la frontera escocesa, y el castillo de Dover, en la costa del Canal de la Mancha.
Sus fortificaciones estaban deterioradas o arruinadas, el Tesoro inglés carecía de reservas, y la nación estaba dividida por la discrepancia religiosa.
De cara al exterior, solo su fuerza naval -pequeña, pero poderosa- y la pericia y determinación de sus capitanes se interponía entre ella y el poder irresistible -ahora amenazado- de la Armada española.
Fuente: - "'La Armada Invencible' -Robert Hutchinson".