Los convocantes de los trabajadores ya han recurrido la decisión del representante gubernamental ante el TSJA. Le acusan de “pretender, una vez más, que sólo sea visible la Asturias de charanga y pandereta”y de que “una ceremonia que pagamos todos los ciudadanos” se convierta en “un espectáculo cortesano para unos pocos privilegiados donde no se pueda oír la voz de la Asturiasreal”. Una Asturias “con 100.000 parados”, con “ERES generalizados” y con “privatizaciones y recortes en enseñanza, sanidad y administración pública”. Los activistas del 22-M denuncian que el único objetivo de la Delegación de Gobierno de Asturias es llevar la concentración lejos del centro de Oviedo y evitar que reciba la atención mediática.
Se espera que, en un plazo de unos diez, el TSJA tome una decisión. Mientras tanto,el movimiento 22-M sigue convocando una Marcha de la Dignidad hacia Oviedobajo el lema “Somos reales”, con la que ya se han comprometido unas 2.000 personas de fuera de Asturias, que se sumarán a las marchas. Estas partirán desde diferentes puntos del Principado y caminarán una jornada “para confluir, si nos permiten, frente al teatro donde se entregarán los Premios. Pero, claro, no quieren que los obreros estropeemos la foto del año a Felipe VI”.
El teatro Campoamor ha sido testigo de protestas por los recortes, las privatizaciones y los desahucios durante las últimas ceremonias de entrega de los Premios. Para este año, el movimiento 22-M ha decidido sumarse a esta concentración anual e “impulsar una movilización masiva”para el 23 y 24 de octubre, convocando una marcha de la Dignidad hacia la capital asturiana. El movimiento ha decidido hacer coincidir esta marcha con los Premios Príncipe de Asturias de Felipe VI como rey para denunciar a los “poderes que se aglutinan bajo el paraguas del régimen monárquico del 78”.