La atención vigilante es una técnica que puede aprenderse a través de la práctica, la próxima vez que tengas que realizar alguna tarea que te desagrade, en lugar de pensar en la molestia que te ocasiona, procura centrar tu atención en otros aspectos, por ejemplo, en la sensación rítmica que se produce al lavar los trastes, y no precisamente en que se tienen que lavar.
Poco a poco, cada acción que se realice, tendrá un fin distinto al habitual...
¡Vive Espiritual!