Hace ya años que sabemos que si somos felices, o estamos felices (para no entrar en el debate de si podemos ser felices o estar felices por momentos), somos más productivos, nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los demás.
Este año tuve la oportunidad de certificarme junto con un grupo de compañeros en un programa que ha cambiado mi forma de entender las relaciones interpersonales (e incluso a nivel intrapersonal), de una forma más sólida, más duradera, más confiable y más honesta.
Puedo decir que el programa lo comenzamos siendo un grupo de personas y acabamos siendo un equipo. El programa al que hago referencia es “The Human Element”, desarrollado por William Schutz.
William Schutz, psicólogo americano y autor de la teoría FIRO®, un trabajo que realizó a lo largo de toda su vida, estudió, investigó, experimentó para poder desarrollar un modelo de proceso para transformar personas, equipos y organizaciones teniendo como foco fundamental el desarrollo de la autoestima, punto clave para la obtención de la felicidad.
¿Cuál es el descubrimiento de William?
Identificó que cada individuo tiene tres necesidades importantes:
- Inclusión (I) Necesidad de estar y vincularse con otros. Necesidad de ser considerado como importante para otra persona y de ser aceptado en el mundo del otro y en sus grupos. Necesidad de ser incluido, integrarse y de sentir también interés por la otra persona. Se manifiesta a través de conductas para atraer la atención y el interés de los otros.
- Control (C) La necesidad de ser reconocido por el otro como competente y responsable y también el espacio en el que se expresa el respeto por la otra persona. Esta necesidad abarcaría el tener poder, domina
- r a otros… que se exterioriza a través de la conducta del individuo frente a los otros
- Afecto (A) Sentimientos íntimos de orden personal y emocional. La necesidad de afecto, la necesidad de amar y ser amado por el otro.
Con estas tres necesidades como centro,
la teoría y metodología de Schutz trabajan 3 principios:
- Apertura: soy abierto cuando me permito conocer mi propia experiencia y la comparto con la gente
- Autoconocimiento: estoy consciente de mi propia experiencia y de mí mismo.
- Autodeterminación: asumo que elijo todo en mi vida y soy capaz de hacer cualquier cambio que desee en mí, en mis relaciones y en mi situación de trabajo.
Todos los módulos que componen The Human ELEMENT® dan cinco perspectivas distintas, por medio de:
- Su propio autoconcepto; es decir, la percepción que tiene de sí mismo.
- Las puntuaciones obtenidas al contestar los Elementos de W. Schutz; un conjunto de cuestionarios específicamente diseñados para obtener información sobre El Elemento Humano®.
- La retroalimentación de las demás personas que participan en el Taller. Esto se hace de una manera guiada para asegurar la efectividad de la comunicación.
- Las imágenes que se obtienen en fantasías guiadas, en donde se aprovecha la imaginación para aprender más de sí mismo.
- Ejercicios no verbales, tanto individuales como de interacción, en los cuales se observa desde un punto de vista corporal, los comportamientos, sentimientos y reacciones
El formato está estructurado de tal forma que el equipo aprenderá a:
- Identificar y vencer los verdaderos obstáculos que impiden aumentar la productividad en equipo.
- Cambiar la cultura de culpar a otros, aceptando y tomando la responsabilidad.
- Crear un clima de apertura y comunicación honesta.
- Usar herramientas específicas para resolver conflictos y trabajar mejor juntos.
- Hacer que el grupo trabaje utilizando la diversidad y heterogeneidad a favor del desempeño y que esto no obstaculice la actividad grupal.
- Alcanzar un nuevo nivel organizacional de compromiso y entusiasmo.
- Dar poder a uno mismo y a otros miembros del equipo para ser mucho más productivos y aumentar la responsabilidad de cada uno.