Los masters profesionales de la Escuela TAI dan comienzo de la mejor manera posible: de la mano de profesionales del ámbito del cine, las artes escénicas, la fotografía, el vestuario, la escenografía y la postproducción. El área del cine ha tenido ocasión de acercarse a la directora indie por excelencia española, Isabel Coixet, genio y figura, que afirma que su cine, como su vida, gira en torno a la aventura, la incomodidad y lo ajeno.
La herida de la crítica
Rápida, desconfiada pero valiente a la hora de afrontar las cuestiones planteadas por los estudiantes TAI y Gerardo Sánchez, director de Días de Cine y conductor del encuentro, Coixet habló abiertamente de la 'crueldad gratuita' de prensa y de cómo tras leer una crítica de su primera película, 'Demasiado viejo para morir joven' se sumió en una depresión durante 6 años en los que no pudo escribir una línea ni pasar por un cine sin echarse a llorar. 'Estuve a tiempo de no volver a hacer cine. Nunca nadie me había contado que una crítica podía destrozarte la vida'.
Preguntada por la película que más aprecia de su filmografía, la directora reconoce que nunca se siente satisfecha con ninguno de sus trabajos: 'quemaría todo y empezaría otra vez', aunque 'Cosas que nunca te dije' es, probablemente, la película a la que más cariño tiene, por haber sido realizada 'contra todo y contra todos'.
Conexión con los actores
Una de los momentos más interesantes de la charla fue el que Coixet dedicó a hablar del trabajo con los actores y de cómo necesita tener con ellos una conexión más global en términos de culturales, sociales y de vida. 'Podría haber hecho al menos 3 comedias románticas con Jennifer Aniston, pero necesito trabajar con actores a los que me una algo más profundo'. Candela Peña, con la que ha trabajado en 'Ayer no termina nunca' es su actriz preferida por la fuerza y el lado salvaje, sin artificio que muestra.
También destaca Ben Kingsley, un 'icono' y 'parte de la historia del cine' con el que vuelve a contar en su último proyecto, 'Nadie quiere la noche' protagonizada también con otro icono del cine europeo, Juliette Binoche, la más indicada, según Coixet para llevar el personaje: 'Binoche es una bestia de la interpretación; a ella no se la dirige sino que se esbozan paisajes y se crea el espacio en el que interpreta. Habría sido una pretensión dirigirla, desde el primer momento entendió quién era su personaje, con sus debilidades y con su fuerza. Cuando te das cuenta de que una actriz es tremendamente talentosa lo mejor que pude hacer un director es seguirla y hacerla caso'.
Mujer en el cine
En relación al dominio de los hombres en el cine, Coixet ha señalado que el cine es 'una montaña escarpada' donde el hombre sube con botas de montaña y la mujer con tacones. El manifestar una constante oposición hace que la montaña sea más alta. 'Hay que reconocer que las cosas son así y seguir currando como si no fueran así, porque si solo ves la montaña y los tacones no haces nada. Me sobra tanta palabra, prefiero más acción'. Lo que sí se puede hacer, a su juicio, es ayudar, tal y como ella mismo ha hecho con dos cortometrajes realizados por mujeres.
Os dejamos con el vídeo del Encuentro: