Revista 100% Verde

La barbarie de la impersonalidad en el lenguaje científico (II)

Por Raguadog @raguadog

Decía yo que en la segunda entrada de este asunto aportaría más traducciones y más razones. No pretendo caer en argumenta ad verecundiam con estas citas. Mi intención es simplemente mostrar la realidad actual en el debate entre la voz activa en primera persona y la voz pasiva impersonal. Y, porque muchas veces en la vida hay que tomar partido, hacer un alegato a favor del uso predominante de la activa. Dicho de otro modo: me incluyo en el consenso actual.

La voz activa en primera persona es preferible a la voz pasiva impersonal. – Behavioural Ecology

Aunque el uso del sintagma “el/los autor/es” es aceptable, instamos a los autores a usar pronombres en primera persona, para evitar un estilo de escritura incómodo o forzado. – Journal of Trauma and Dissociation

Escriba en un estilo claro, directo y activo. BMJ es una revista internacional y muchos lectores no tienen el inglés como su primera lengua. – British Medical Journal

Un lenguaje claro y conciso es altamente deseable en la comunicación científica y concistente con una buena instrucción. – Opthalmology

Mayoritariamente, los científicos usan la voz pasiva por mero hábito o para parecer más académicos, objetivos o sofisticados. Pero no siempre han escrito en voz pasiva. La primera persona empezó a desaparecer del lenguaje científico en Estados Unidos en los años veinte, cuando se reemplazó la voz activa por el estilo inflexible, impersonal y frecuentemente aburrido que predomina hoy. – Randy Moore

https://mileon.files.wordpress.com/2014/05/7900-cover_2.gif?w=800

Portada de British Medical Journal.

¿Y cuáles son las ventajas de volver al uso de la voz activa? ¿Qué nos ha hecho emerger de ese sinsentido imperante en el siglo XX?

  • Queremos exactitud y rigor científico. En contra de lo que alegan los (cada vez más escasos) defensores de la voz pasiva, es la voz activa la que consigue una mayor correspondencia entre el hecho y el lenguaje. Pensemos, por ejemplo, en la oración: Considero que la relación líquido/sólido tiene un efecto despreciable sobre el coeficiente de dispersión lumínica.
    Nada queda ambiguo en esta expresión. Conocemos el sujeto y conocemos la acción que ha emprendido. Ahora bien, ¿cómo suena esto en pasiva refleja y con ese falso rigor que confiere la impersonalidad?
    Se considera que la relación líquido/sólido tiene un efecto despreciable sobre el coeficiente de dispersión lumínica.
    ¿Quién lo considera? ¿La comunidad científica en su conjunto? ¿El autor? ¿Otros trabajos que el autor encontró en su ardua búsqueda bibliográfica? El no conocer el sujeto lo cambia todo. No sabemos qué información nos quiere transmitir: ¿es algo generalmente aceptado que la relación líquido/sólido no es un factor influyente… o es una suposición que adopta el autor para postular su modelo?
  • Queremos evitar construcciones gramaticales anfibológicas. Es un motivo de menor importancia, pero el riesgo de anfibología sintáctica (confusión en cuanto a la función de una palabra o sintagma) es mayor cuando se emplea la voz pasiva. Particularmente en español, es fácil confundir el reflejo pasivo con una acción del sujeto sobre sí mismo. La voz pasiva puede dar lugar a ambigüedad entre sujeto y complemento directo para un determinado sintagma o vocablo. Ejemplo: La proteína se activó. ¿Quién la activó? ¿Nosotros? ¿O la proteína, espontáneamente? Si los autores adquieren el compromiso de expresarse fundamentalmente en voz activa, podremos asumir que emplean el pronombre se como complemento directo o indirecto.
  • La impersonalidad no es una virtud. Detrás de todo texto científico hay un agente. Hay un investigador. Percibir impersonalidad en un texto no dice muchas cosas buenas de quien lo ha escrito. ¿Queremos objetividad? Bien: es objetivo que esto es obra de uno o varios investigadores. Es tan real el objeto de estudio como la persona que lo estudia. Su artículo no va a ser más objetivo por pretender que una de las dos partes no existe.
  • Hay que evitar el abuso de la sustantivación de verbos. Esto es horrendo: Se realizó la valoración de la sosa cáustica con ácido clorhídrico. Claro está que esta sustantivación también se puede hacer en voz activa: Realizamos la valoración de la sosa cáustica con ácido clorhídrico. Siempre será más adecuado y elegante decir: Valoramos la sosa cáustica con ácido clorhídrico. El problema es que en pasiva refleja parece más lícita la sustantivación, porque esta forma más indirecta de expresarse propicia usar estructuras prefabricadas como se realizó, se efectuó, se procedió a, se llevó a cabo… Lamentablemente, la literatura científica está plagada de estas construcciones innecesarias y perniciosas. Muchos instructores permiten que el se realizó campe a sus anchas por las memorias de prácticas en laboratorio de sus alumnos, pero se apresuran a tachar cualquier malvado yo.
  • Queremos que nuestro estilo sea claro y directo. ¿Qué hay más claro que hablar con el típico orden sujeto-verbo-complementos en voz activa?
  • La ética nos obliga a ser responsables. Y ser responsable significa estar preparado para asumir las consecuencias de lo que uno hace o dice. La elección de métodos, la interpretación o discusión de resultados y otras actividades no son concomitancias metafísicas de hechos objetivos. Son fruto del pensamiento activo de unos investigadores en concreto. Suyo es el mérito, suya es la responsabilidad, suya es la voz.

 http://newsimg.bbc.co.uk/media/images/44350000/jpg/_44350383_naturecover_203.jpgPortada de la revista Nature.

Terminaré reconociendo que el uso de la voz pasiva puede ser la mejor opción en determinadas circunstancias. No a lo largo de todo un documento científico, desde luego: si la primera persona no aparece en la comunicación de un trabajo de investigación más o menos extenso, mi intuición me dice que algo falla.

Al fin y al cabo, en el lenguaje coloquial también tiene cabida la voz pasiva. Concretamente en español, la pasiva refleja es más frecuente que la perifrástica y, en algunos casos, resulta espontánea. ¿Cuáles son estos casos en la comunicación científica?

  • No se conoce el agente de una determinada acción, o es un sujeto general o muy amplio, de modo que procede omitirlo. Podemos decir que un tema se ha estudiado extensamente (insértense aquí referencias). El desayuno se considera una comida fundamental. En efecto, el sujeto de esta última acción es amplísimo: los expertos, los taxistas, los bomberos, los franceses… Muchísima gente considera que el desayuno es una comida fundamental. Otro uso correcto: El propileno se obtiene habitualmente por craqueo catalítico fluidizado. El agente, de nuevo, es general.
  • La oración es de lectura genérica. La impersonalidad es auténtica, no forzada. En este caso, la pasiva refleja es mejor opción que la primera persona del plural o la segunda persona del singular, que pueden inducir a error. Aquí, en esta entrada, puedo usar la primera persona del plural como sujeto genérico, pero en un artículo científico puede confundirse el sujeto genérico con los autores. Incluso si el artículo tiene una sola firma, puede interpretarse que el autor está usando ese insoportable plural de modestia.
  • El agente es verdaderamente irrelevante. Ejemplo: En 2014 se registraron 14 accidentes fatales en la industria química (fuente). No cabe duda de que lo importante es el hecho de que hubo 14 accidentes fatales. Decir quién los registró es opcional.
  • Los autores desean evitar los paralelismos sintácticos. Todos sabemos que la literatura científica no tiene los mismos fines que la narrativa, pero el lector de un artículo científico siempre agradecerá que esté escrito de forma agradable, con una cierta calidad literaria. Pensemos, por ejemplo, en este texto: Tomamos muestras cada 30 minutos. Utilizamos un cromatógrafo de gases para el análisis cuantitativo. Empleamos metanol como disolvente y helio como gas portador. Procesamos los datos con el software Super Ultra Pro Total. Siempre con la misma estructura. Una redacción muy machacona y reiterativa, ¿no? Pues bien, el uso de la pasiva refleja es una de las múltiples posibilidades de las que disponemos para dar un poco de variedad a la estructura de la oración.
  • Para mantener la línea argumental de una introducción, principalmente cuando se cambia de tema, suele ser conveniente que la oración comience con una palabra que enlace con la oración anterior. Si esta palabra cumple una función de complemento directo (en voz activa), con la voz pasiva podremos situarla al principio sin que resulte forzado.

En definitiva, más que un debate entre la voz activa y la voz pasiva impersonal, hay situaciones en las que es preferible utilizar la voz activa (la mayoría) y situaciones en las que la pasiva es la opción más adecuada. Quienes, más allá de simplemente recomendar, obligan al uso de oraciones sintácticamente impersonales, proscribiendo la primera persona, deben desistir de su error inmediatamente. Y lo que resulta más extraño es tener que escribir esto en 2015, cuando ya hay consenso en la licitud de la primera persona en la comunicación científica. Los graves errores del siglo XX deben recordarse pero no repetirse, y ahí la moda de la voz pasiva está incluida; al igual que el Titanic, las dos guerras mundiales, la invasión de Vietnam y la ruptura de Eagles.


La barbarie de la impersonalidad en el lenguaje científico (II)

Volver a la Portada de Logo Paperblog