La batalla de Almansa 2.017

Por Jotafidelis

Este pasado fin de semana tuvimos la suerte, por que no se puede expresar de otra manera; de estar en Almansa para la recreación de la batalla que tuvo  lugar allí, durante la Guerra de Sucesión entre austracistas y borbónicos.
Hasta allí acudimos, encuadrados en las filas del Regimiento Aragón, de parte del bando borbónico, o como decían en la explicación del campo de batalla en "el ejército de los dos reyes".Nunca se había visto antes, ni se volvería a ver, unos ejércitos tan elegantes desplegados uno frente a otro.
  Disfrutamos de dos batallas, el sábado por la tarde y el domingo por la mañana. Bendición de banderas, desfiles por doquier, actos y de nuevo desfiles. Es decir un fin de semana sin tregua, sin casi momentos muertos y si los había era para hacer cartuchos o instrucción.   Eso sí, al final el sábado por la noche pudimos disfrutar de algo de descanso en el campamento y compartir con nuestros compañeros y los amigos italianos, espagueti, vino y risas.  Ha sido una experiencia increíble, fruto del saber hacer de sus organizadores. Hemos sentido el cariño y el apoyo de los almanseños. Hemos disfrutado en el campo de batalla. No ha sido mi bautismo de fuego, pero casi. Mi más sincera enhorabuena a los responsable de dicho evento, Dani y compañía. Animarles para que sigan organizándolo y haciéndonos disfrutar de esta batalla y de ésta época tan visual y espectacular. Una pena no haber descubierto esto algunos años antes, pero bueno, las cosas llegan cuando tienen que llegar, que sean muchos años más es lo que hace falta.  Agradecer todos los buenos consejos en el uso de las armas de fuego, su limpieza y mantenimiento de compañeros de filas y de Rafael BrigantiAdemás hemos descubierto unos compañeros de viaje extraordinarios, con los que compartir esta afición, a los que les estamos muy agradecidos por habernos dado la oportunidad de tener esta vivencia, como son Gonzalo, Alfonso y Margarita.  Seguiremos colaborando con la asociación Areta Rationis, para recrear ese siglo XVIII. De hecho la próxima aventura está cerca en el tiempo, pero lejana en el espacio, nada más ni nada menos que en Moscú.