"El hombre es todavía dueño de un espacio, pequeño sin dudas, el de su tarea, el de su conciencia, el de su responsabilidad. Ahí habrá de librar su combate". Graziella Pogolotti
"... el "intelectual" tiene que proteger su autoridad y su prestigio en dura disputa, por arriba, con expertos, secretarios de estado, dirigentes políticos, grandes empresarios, generales de la guardia civil, y -- por abajo -- con presentadores, imitadores, cantantes, famosos de la jet, actores y tertulianos. La autoridad y el prestigio están, aquí dentro, condicionados a la permanencia en el horizonte riquísimo del encefalograma plano, del mantel ideológico pintado con rayas de colores, donde el intelectual, por tanto, no se distingue del general de la guardia civil ni del humorista saburroso, salvo porque dice lo mismo vestido de otra forma y utilizando otros adjetivos. El "intelectual" tendría que renunciar a la autoridad y al prestigio para distinguirse de ellos, y para eso hace falta -- como recordaba Brecht en los años treintas -- mucho valor."
Hoy sólo reproduzco el pensamiento de un intelectual comprometido con su obra y con su tiempo; Alfonso Sastre. Desde mi pedacito voy al mundo con sus palabras porque el mundo y mi pedacito las necesitan.
En su texto "La batalla de los intelectuales" afirma: