En 1919 Walter Gropius asume la dirección de la escuela de arte y oficios de Weimar hasta entonces dirigida por Henry van de velde,
y de la Academia de Bellas Artes de esa misma ciudad. La opción de Gropius consiste en unificar las dos escuelas en una única institución: nace así la “Staatliches Bauhaus” de Weimar, usualmente conocida como “Bauhaus”. Walter Gropius reorganiza el programa didáctico de la escuela partiendo del supuesto de que para lograr que se dé una convergencia eficaz del mundo del arte y el de la producción es indispensable planificar una formación sobre sólidas bases técnicas y artísticas. Nace así una escuela de arte global en donde las enseñanzas prácticas y las intelectuales asumen el mismo valor y se imparten en paralelo. El currículum didáctico incluye enseñanzas prácticas, teóricas y lecciones que versan sobre todos los campos del arte y de la ciencia. Los estudiantes tienen la posibilidad de realizar en laboratorios adecuados productos que llegan a ser realmente fabricados por las industrias locales.
Gropius intuye la importancia de elegir entres sus colaboradores a artistas de gran envergadura. Entre los docentes de la escuela se cuentan Paul Klee, Vasilij Kandinskij, Theo van Doesburg, Laszlo Moholy-Nagy, y Johannes Itten. Por este motivo, la Bauhaus fue una escuela de excelente nivel y, además, un centro artístico e intelectual de vanguardia, una catalizador de ideas y personalidades. En 1924, por razones políticas, la escuela se traslada a Dessau, al edificio proyectado por Gropius. En 1933 después del cierre obligado por la Gestapo, la Bauhaus se disuelve definitivamente.
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