La Bella y la Bestia (2017) | Contraportada marzo
La Bella y la Bestia es una de las películas de mi infancia, Lumiere ha sido siempre uno de mis personajes favoritos de Disney, al menos en cuanto a no humanos, y Bella, aunque con vacíos, me parece la princesa mejor construida de las originales. No es que fuese sin miedo a la reedición, sino que tenía las expectativas altísimas. Se han cumplido, por lo menos en casi todo.
La película es un calco de la original en la que se superan la mayoría de los problemas narrativos que ésta tenía y se incluye alguna que otra escena para construir mejor a los personajes, sobre todo a Bella, de la que conoceremos detalles sobre su pasado y las razones que la han llevado a convertirse en una soñadora. No obstante, el grueso y la historia es la misma.
Es digno de admiración el amor con el que está hecha esta película. Es algo que, simplemente, se ve y se siente con cada detalle. Lo vemos en una representación del pueblo que nada tiene que envidiar a la original, en unos personajes que han mejorado respecto de los originales, en unas ambientaciones muy cuidadas y, sobre todo, en unos objetos animados que no chirrían.
Porque uno de las mayores reticencias que muchos teníamos nacieron cuando vimos por primera vez a Lumiere y Ding Dong. «¿Qué le han hecho?», recuerdo que pensé y fue entrar en la película y sentirlos como si siempre hubiera sido esa su forma. Su esencia está y su diseño es el que todos hubiésemos imaginado en la vida real si no tuviésemos en mente la versión de dibujos. Mención especial a la Señorita Potts y a Chip.
Las canciones son otro aspecto donde la película se sale. La escena de la canción de Gaston te pone los pelos de punta mientras te da ganas de levantarte del cine y unirte al baile de la posada, mientras que Qué festín está tan bien rodada que, simplemente, te hará creer en la magia del mismo modo que cuando tenías cinco años. Más allá de las originales, se han añadido dos o tres canciones nuevas que rebosan calidad. La canción de la Bestia es brutal. Un canto de dolor mientras un castillo se destruye en tantos pedazos como su corazón. Ya me había gustado esta canción antes de ir a ver la película. Allí se hizo fantasía.
Lo que más me ha gustado
Gastón, Gastón ha sido el que más me ha gustado y con muchísima diferencia. Su actuación es brillante. Cada vez que aparece se come la pantalla. Para mí ha sido el mejor actor de toda el largometraje. En la película de dibujos le tenía tirria, pero aquí al salir del cine me compré su funko (está llegando).
Lefou también merece ser mencionado en este vídeo. Ha sido la primera apuesta de Disney por un personaje claramente homosexual y es algo que se agradece. Sin alardes, sin estereotipos, se ve un personaje completo que no cae en el fallo de que su condición sexual le absorba, sino que es uno de los personajes con más evolución tiene en la historia. Ver cómo se va separando poco a poco de Gastón por no compartir sus ideales es precioso.
La Bestia es otro de los que hay que traer a este post. A mí su caracterización me gustó desde el principio y sus escenas hablan por sí mismas. Puedo decir que casi, casi, me gusta más que la versión animada.
Por supuesto, los objetos en general. Sin hacer matizaciones, sin distinguir entre ninguno. Su forma de moverse, de actuar, de cantar, de ser humanos, al fin y al cabo y que en ningún momento pienses que no estás ante los originales hace que verles sea un placer.
Lo que menos me ha gustado
Me va a doler mucho comentar lo siguiente, pero Emma Watson no me ha convencido. No he visto a Bella en ella por mucho que lo he intentado. Ha sido el único personaje de la historia que me ha descuadrado. No es algo garrafal ni que me haya impedido disfrutar de la película, pero sí que a veces me chirriaba y me sacaba de la historia.
Mi mayor decepción con la película ha sido la escena de Se oye una canción, que no la voz de la misma, que a mí me puso los pelos de punta. No sé si es que la nostalgia es demasiado fuerte, si la escena no estuvo grabada como debería o si simplemente no conseguí apreciar su magia, pero es algo que en la original me pone siempre la piel de gallina y en esta sólo me supuso decepción. Y me molesta, porque es mi canción favorita del largometraje y fue la única que no me convenció.
Conclusión
La Bella y la Bestia me ha devuelto a la infancia durante un rato. Sonreí, reí y estuve a punto de soltar una lagrimilla. Me gustó tanto que al día siguiente volví a ver la original y, os cuento una cosa, en ella eché en falta algún elemento de la nueva.¿Vosotros qué opináis de ella? ¡Dejádmelo en los comentarios!
Carmelo Beltrán@CarBel1994