Revista Cultura y Ocio

La Bella y la Bestia, de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont

Publicado el 22 enero 2015 por Meg @CazaEstrellas


"Todos los días, la Bella descubría nuevas bondades en aquel monstruo; la costumbre de verlo la habituó a su fealdad; y, lejos de temer el momento de su visita, con frecuencia consultaba el reloj para ver si eran ya las nueve, pues la Bestia nunca dejaba de aparecer a esa hora. Solo una cosa apenaba a la Bella, que el monstruo antes de acostarse siempre le preguntaba si quería ser su esposa y parecía atravesado por el dolor cuando ella le respondía que no."
La Bella y la Bestia, de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont.
Hay quien piensa que la forma clásica de comenzar cuentos "Érase una vez" está manida. Sin embargo, me encanta encontrármela y hacer uso de ella. Es una expresión que abre paso a lo que está por venir y que desconocemos, lo cual, desde mi punto de vista,  tiene mucho encanto y misterio. Érase una vez una maravillosa edición de la editorial "Libros del Zorro Rojo" de este clásico, en la versión abreviada de la aristócrata Leprince de Beamount e ilustrada maravillosamente por Nicole Claveloux.
La Bella y la Bestia, de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont.
Como ya conocéis la mayoría, Bella es bondadosa y carismática hija de un rico comerciante que pierde toda su fortuna. Tiene cinco hermanos, destacando las dos niñas, egoístas y envidiosas que tratan de complicarle la vida a su hermana. A la vuelta de un viaje que hace el padre de Bella, se adentra en un bosque y se pierde, encontrando el castillo de la Bestia. Allí, "abusa" de su confianza al tomarse la libertad de coger una rosa para su hija Bella. Como castigo, debe morir, salvo que una de sus hijas quiera sustituirlo voluntariamente en ese fatal desenlace...
Un cuento atemporal que habla de valor, materialismo, bondad, amistad y amor. Una edición muy cuidada adecuada tanto para el público infantil como para el adulto. Muy recomendable. La Bella y la Bestia, de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont."Aunque llore, las lágrimas no me devolverán mis bienes; hay que intentar ser feliz sin fortuna."


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