La berrea

Por Qnatur

Durante la mayor parte del año los ciervos viven en grupos, los machos por un lado y las hembras y los jóvenes por otro.

Al final del verano, los machos se muestran inquietos y se hacen solitarios. Es el momento de la berrea, que tiene lugar entre septiembre y mediados de octubre.

Durante la berrea el objetivo de los machos es intentar hacerse con un grupo de hembras, el harén.  Los candidatos se desafían, para lo que comienzan berreando, un sonido ronco y gutural. Luego los rivales se acercan para medirse cara a cara. El que se ve menos fuerte abandonará sus pretensiones, pero si las fuerzas parecen equilibradas se enfrentarán llegando incluso a luchar con sus cornamentas.  A pesar de la espectacularidad de los combates raramente resultarán heridos.

Estos encuentro suelen tener lugar a primera y última hora del día y es uno de los espectáculos más llamativos de nuestros montes.

El ganador se hará con el harén pero su trabajo no concluye aquí, pues tendrá que vigilarlo para evitar que otros machos sean los que monten a las hembras.  Es de imaginar es una actividad agotadora, por lo que al final de la berrea los machos acaban agotados y llegan a perder hasta un 20% de su peso.

Entre mayo y junio nacen los cervatillos, que permanecerán en compañía de la madre hasta que esta para de nuevo. Los machos jóvenes vivirán en el grupo de hembras hasta los tres años de edad, luego pasaran a un grupo de machos.

Los ciervos mudan su cornamenta  todos los años y la nueva añadirá una nueva punta, hasta llegar a doce.