La bibliotecaria de Auschwitz
Autor: Antonio G. IturbeFecha publicación: 09/2012Editorial: PlanetaPáginas: 481Dónde comprarlo:
Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.
En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones».
Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.
Opinión
A primera vista, si nos fijamos en el título de la novela podemos llegar a pensar que Bibliotecaria y Auschwitz no parecen dos palabras que vayan a ligar mucho… pero nos equivocamos. Este libro nos cuenta la historia, tan increíble como real, de una pequeña biblioteca clandestina que estuvo oculta en el bloque número 31 de Auschwitz-Birkenau. Una biblioteca tan pequeña que apenas contaba con ocho libros destartalados, algunos de ellos tan maltrechos que apenas se sujetaban por unos pocos hilos.Es cierto que el holocausto nazi es un tema muy exprimido y del que se ha tratado en numerosas novelas y películas. A mi desde luego es un tema que siempre me ha interesado y del que no me canso. Pero este no es un libro más, este libro tiene algo distinto y es que se centra en lo que sucedió en el campo familiar y especialmente en este bloque 31 el cual estaba lleno de niños.Antonio G. Iturbe
Habrá quien piense que es un acto de valentía inútil en un campo de exterminio, cuando hay otras preocupaciones más perentorias: los libros no curan las enfermedades ni pueden utilizarse como armas para doblegar a un ejército de verdugos, no llenan el estómago ni quitan la sed. Es cierto: la cultura no es necesaria para la supervivencia del hombre, únicamente lo es el pan y el agua. Es verdad que con el pan de comer y el agua de beber sobrevive el hombre, pero también que sólo con eso muere la humanidad entera.En medio de aquel horror donde el hambre, la salubridad y las enfermedades cada día se llevaban montones de vidas, un libro es como abrir una ventana a la libertad. Cada vez que un adulto lee en voz alta algún fragmento de aquellos libros los niños pueden soñar y por un instante dejan de tener miedo y olvidan que están en Auschwitz. Lo mismo le sucede a Dita, cuando se sumerge en aquellos libros puede olvidar las vallas electrificadas, los guardias con fusiles, las cámaras de gas y los crematorios.
Los mayores se desgastan inútilmente buscando una felicidad que nunca encuentran; en cambio, a los niños, la felicidad les brota de la palma de las manos.
Dita Kraus en 1942
Como podéis imaginar es un libro triste y duro que nos explica con bastante detalle los horrores que se vivieron dentro del campo. Pero a su vez nos demuestra que en medio del horror también hay un pequeño resquicio para la esperanza e incluso para el amor. Dita es una protagonista valiente y fuerte, que por supuesto también tiene miedo, pero que a pesar de ello es capaz de arriesgarse y realizar cosas admirables por su familia y amigos. Dita y Fredy Hirsch, el director del bloque 31, nos enseñan que no hay que rendirse nunca, hay que resistir y seguir luchando. ¿Sus armas? Los libros, el valor y la inteligencia.Es un libro que me ha encantado, con una narración excelente y capaz de emocionar. Aunque es duro nos cuenta una historia muy emotiva y que creo que vale la pena conocer. El hecho de que tanto Dita como todos los personajes que aparecen en el libro fueron personas reales es lo que hace al libro sumamente interesante. Me ha parecido excelente el gran trabajo de documentación que ha realizado Iturbe, el recoger las distintas historias de personas que se encontraban en aquel lugar y conseguir juntarlas para recrear lo que allí sucedió.
La bibliotecaria de Auschwitz nos narra una historia que hace honor a los libros y a la literatura y nos cuenta cómo algo tan sencillo como es leer un libro es “
como subirse a un tren que te lleva de vacaciones” aunque estés en el mismo infierno. Un libro muy recomendable por la maravillosa historia que nos cuenta: real, dura y conmovedora.