La bibliotecaria de Auschwitz
Antonio G. Iturbe
Ed. Planeta481 págs.
Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca. En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones». Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.
Tenía tantas ganas de leer este libro, que Laky y su mes temático guerrero hizo que por fin me decidiera a leerlo, La bibliotecaria de Auschwitz.
Se me ha hecho muy duro leer ciertas cosas, sobre todo los datos que dan… las cifras tan macabras que ya sabemos que fueron totalmente reales… también me ha llegado al alma el sufrimiento, el miedo, el hambre, la desolación… la deshumanización que debieron sufrir todas esas personas que pasaron por esos campos. En este libro trasmite muy bien todas esas cosas, y a pesar de no derramar ni una sola lágrima se te queda grabado en el corazón y se queda parado en algunos momentos. Es duro saber que todas esas barbaridades fueron totalmente verdad y que haya gente que haya sobrevivido a todo aquello.
La historia que nos narra Antonio la protagoniza Dita, una chica de catorce años que vive en un campo de concentración en Auschwitz Bikernau. Ella se encuentra en el campo familiar, donde se realizan trabajos algo forzosos, pero donde existe el bloque 31. Ese será un territorio secreto, escondido para los alemanes, a pesar de saber que allí se encuentran niños, y profesores judíos, les dejan hacer sin mucha vigilancia; la gente no sabe exactamente por qué los alemanes dejan ese bloque ahí, pero ese lugar se convertirá en el centro de vida del centro. Allí se reunirán varias personas para cuidar y enseñar a los niños: matemáticas, geografía, cultura en general… y allí estará nuestra Dita, una niña que será la encargada de guardar y custodiar ocho libros… ocho libros que serán su vida, su centro, su todo… será la bibliotecaria de Auschwitz.
Todo este centro está organizado por una persona indiscutiblemente grande: Hirsch; él intentará por todos los medios no sucumbir y seguir adelante… cuidando y generando valores a los pequeños… tanto para no perder la fe en su religión, como en la vida. Así fue como generó el valor en Dita e hizo que esta chica fuera valiente y sobreviviera a ese horror y siguiera adelante con ese trabajo tan importante como era sembrar y regar la humanidad en la gente. En este libro hay muchos personajes, todos reales… obviamente los más destacados son Dita e Hirsch, pero hay una persona que me llegó al alma: el señor Morgenstern, una persona cuerda en un mundo de locos, no puedo describir lo que me hizo sentir, fue más allá… pero creo que gracias a este señor Dita sobrevivió y luchó.
Me ha gustado la sensibilidad y dulzura que presenta el libro aun narrando algo tan terrible como el hambre, las humillaciones, esas cámaras de gas, las muertes tan horrorosas que sufrieron millones de gentes inocentes, sobre todo niños y niñas… no me hago a la idea del maltrato que sufrieron, pero este libro relata muy bien todo… además me gusta mucho porque es una novela que destaca la labor de toda esa gente que luchó por detrás y que no se desanimó y que seguían pensando que todo iba a terminar… Es un homenaje a ciertas personas que dejaron su vida por salvar a otras, ya no su cuerpo en sí, sino el corazón o el alma de la gente. Es un homenaje a los libros que hicieron la vida más soportable a miles de niños que solo veían muerte y sufrimiento… yo digo que gracias a ellos podemos conocer el mundo mucho mejor y ser mejores personas.
En resumen, La bibliotecaria de Auschwitz es un libro tremendamente real que con una sensibilidad asombrosa nos relata lo ocurrido en un campo de concentración donde una serie de valientes se defendió de la guerra con honor y valentía a través de la cultura, el saber y los libros. Un libro desgarrador, escalofriante y a la vez optimista y emocionante; no puedo dejar de recomendar este libro tanto a la gente que le guste como a la que no las lecturas de libros del Holocausto. Un libro que hay que leer una vez en la vida.