La Biela es un bar que otorga a la ciudad de Buenos Aires su inconfundible aire elegante y cosmopolita. Ubicado en el atractivo barrio La Recoleta, posee un prestigio alto y una clientela que se nutre de los visitantes regulares y turistas ocasionales que tienen una cita obligatoria con la magnética historia del lugar.
La historia de La Biela tiene sus inicios hace más de 150 años, desde donde atravesó cambios de nombre y dueños pero no de imagen, conservando el frente de la estructura, pese a su última remodelación realizada en 1994. Su nombre se debe a un grupo de amantes de los automóviles de los años 50. A un integrante del grupo, “Bitito” Mieres, se le estropeó la biela de su auto en Junín y Quintana, la esquina del bar, donde el grupo terminó por reunirse ese día. A partir de esa fecha, continuaron reuniéndose aquí y bautizaron al lugar como “La Biela”, nombre con el que se hizo mundialmente famoso por la concurrencia de los amantes del automovilismo.
En sus paredes se exhiben clásicas piezas de viejos automóviles, como bocinas, faroles y antiguos radiadores. Se pueden encontrar fotografías de los grande del automovilismo, como José Froilán González, Clay Reggazzoni y Juan Manuel Fangio, cinco veces campeón mundial de la Fórmula Uno. Una mención especial merecen las fotografías ubicadas sobre la amplia barra, que fueron tomadas por Adolfo Bioy Casares, destacado en la literatura Argentina, quien las tomó para ilustrar con ellas un libro de Jorge Luis Borges. Ambos disfrutaban regularmente de las exquisiteces de la cocina o degustaban un clásico café durante alguna amena conversación.
Además del amplio salón con cómodos sillones, una amplia terraza se forma en el exterior del bar donde se puede disfrutar del servicio al aire libre a la sombra del centenario gomero hindú que se alza allí. Sobresalen las comodidades, la ubicación con vista a la Iglesia Nuestra Señora de Pilar y el Cementerio de los Monjes Recoletos, los servicios y la cálida atención. Le sobria decoración, con un toque de distinción con cortinas en los ventanales combinadas con la madera, hacen de La Biela un espacio que invita al diálogo distendido en un ambiente acogedor.