Los recientes cambios en los pensamientos de los paradigmas sociales ha creado que muchas personas puedan llegar a tener muy serias dudas respecto a algunas de las nuevas teorías que se están implementando y cuya existencia probablemente pudo haberle pasado a pocas personas por la cabeza en tiempos anteriores a este movimiento, como por ejemplo la bisexualidad. Muchas personas tienen un impreciso conocimiento de lo que esta orientación sexual puede llegar a ser de acuerdo a lo que han llegado a ver en algún momento o gracias a algún amigo que le explicó vagamente y lo toma como un significado otorgado por el diccionario.
Muchas personas conocen la bisexualidad como una orientación sexual en la cual a la persona puede gustarle tanto los hombres como las mujeres, y a pesar de no del todo estar errado, y por haber sido definido de tal manera en el pasado, los últimos adelantos han dado grandes pasos filosóficos en lo que a la definición de esta palabra se refiere, por lo que hoy en día está definido por la Fuerza Nacional Gay y Lesbiana de Estados Unidos como: “La capacidad de una atracción emocional, romántica y/o física a más de un sexo o género. Esa atracción puede o no manifestarse en términos de interacción física”.
Como puede demostrar la previa definición, la forma en que se expresa el comportamiento sexual no necesita ser vinculado obligatoriamente a las actividades sexuales, así como tampoco necesita describir el tipo de género o sexo con el cual se tiene la relación, sino la atracción y el apego romántico y/o emocional.
Otro punto que se puede percibir de esta definición es que el “bi” de bisexual no se refiere únicamente a dos géneros o sexos, sino a una gama mucho más amplia de intereses sexuales. Por lo que ser bisexual admite que el interés sexual no es unidireccional pero de la misma forma reconoce la existencia de otros géneros además de los dos más conocidos.
Como se puede percibir en la definición, se ha ampliado un poco más el significado de este término, ya que, sin perder de vista la diferencia en la forma en que se experimentan las relaciones sexuales, románticas y emocionales, se reconoce que puede existir atracción por otros tipos de personas, ya sea que se actúe o no respecto a esas atracciones y deseos, para de esa manera poder describir la experiencia sin basarse únicamente en las categorías monosexuales.