Como decía para aquellos que, a estas alturas y ante tamaña chapa, no hayáis abandonado la entrada, estaba debutando la uva líquida mientras leía El hurgón mágico, de Robert Coover, a quien he descubierto recientemente y que, he de decir que me tiene gratamente sorprendido.El hurgón mágico es un libro de cuentos. Todos ellos raros por definición, con estructuras, voces y técnicas diferentes cada uno de ellos. Se ve que Coover no quiere encasillarse en un único estilo literario y le gusta experimentar con el presente, pasado y futuro, con saltos narrativos y retruécanos estilísticos que te dejan ojiplático en cuanto te sientes perdido pero, a la vez, despliega una prosa tan exquisita y lírica que te hace gozar de lo lindo, como te sumerge en un lenguaje medio analfabeto o te plantas ante un texto en el que las comas se han esfumado.Cuentos raros en los que, en todos ellos, crece la extrañeza del lector y que requieren de una concentración inusual pues Coover gusta de la elipsis y de la escritura parrafal estructuralmente descolocada.
Pero volvamos al tema central de esta larga diatriba. Como decía más arriba: "estaba degustando un rico vino y leyendo el hurgón mágico, cuando..." me vino a la cabeza el hecho de que empecé a listar y valorar mis lecturas en el año 2005, hace exactamente 10 años y me dije "¿Porqué no hago una relación de lo que más me ha gustado en estos 10 años? y Así lo hice. Abrí el ordenador, me metí en la hoja de cálculo y buceé entre las páginas y nombres de libros acumulados durante la última década para ver aquellos que más poso me habían dejado, y me encontré con una lista de 50 títulos a los que les había otorgado una puntuación de 9 o mayor. "demasiado", me dije. Así que lo reduje a aquellos libros con una puntuación de 9,5 o mejor, lo que me dio un resultado de 13. Algo mucho más asequible y que me dispongo a enumerar a continuación.Es necesario recalcar que estos 13 libros, están en esta lista porque, en el momento de su lectura, me llenaron, gustaron o impactaron por determinados motivos que tal vez hoy no lo harían, pero en su momento me parecieron lo mejor de lo mejor. Del mismo modo hay muchos otros que hoy considero imprescindibles y que me encantaron pero no fueron capaces entonces de superar la subjetiva barrera de los 9,5 en mi cabeza, y por eso no están aquí, a pesar de que hoy día, de alguno de ellos conservo mejores recuerdos que de alguno que estará en esta lista.Sin más preámbulos (que ya van unos cuantos), vamos allá con los 13 magníficos.
2º El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati: La novela de Buzzati me encandiló desde su soledad. La vida del teniente Drogo me pareció encantadora y triste, pero optimista, dotada de un sentido de la esperanza maravilloso. Melancólico en extremo.
5º Aegypto, de John Crowley: Una obra compleja que me entusiasmó por su elegante estilo, al tiempo que por una historia de búsqueda de una fantasía y unos personajes magistrales. El estilo casi onírico y los componentes filosófico-académicos y fantásticos de la novela me tuvo embelesado durante meses. Lástima que no he podido leer el resto de la tetralogía. Cautivador.
8º La cicatriz, de China Mieville: Una novela en la que la imaginación apabulla. El sentido de la maravilla es demoledor y, eso, acompañado de la exquisita prosa y la opresiva oscuridad de las imágenes que nos muestra Mieville hacen de La cicatriz un indispensable en toda biblioteca. Hiperevocador y fantástico.
11º El mapa del tiempo, de Félix J. Palma: Llegué a él de la mano de un amigo que me lo dejó arguyendo que no había entendido nada. Yo flipé. Las historias entrelazadas, la rica prosa de Palma, el homenaje a Wells y el excelente y enrevesado desenlace me ganaron para siempre. Imposible de olvidar.
13º La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón: Si, ya lo sé, más de uno me va a mandar al carajo y me va a decir que que leches hace aquí una patata como esta pero, lo siento, es lo que hay. Como he dicho antes esta lista no trata de las obras de más calidad sino de aquellas que más me gustaron por el motivo que fuera y, la verdad es que, La sombra del viento me emocionó hasta el límite. Me lo bebía toda velocidad, me enganchó de tal modo que no pare de leer en toda la noche hasta que lo terminé. Se trata de una historia cercana y muy fácil de leer, con una trama algo ñoña en ocasiones pero que recuerdo muy bien hilada y emocionante (si bien es cierto que lo leí en 2005)Tanto me gustó, que decidí no leer ninguna de las continuaciones para no quitarme el sabor de boca de esta primera parte. Creo que hice bien. Lo que tengo claro es que no pienso olvidar el cementerio de los libros olvidados.
Bueno y hasta aquí mis mejores puntuaciones. Quedan fuera libros que me han encantado, incluso apasionado, como. Una soledad demasiado ruidosa, Príncipe de Nada, La historia de tu vida, Ubik, La afirmación, Nacidos de la bruma, El ruletista, y tantos y tantos otros pero, como dije al principio, serían demasiados y es mejor acotar por lo bajini hasta un límite razonable. Espero que me comprendáis y compartáis como preferido alguno de estos 13.
La verdad es que tras un año fuera de la onda, me siento muy contento con esta nueva entrada. Creo que voy a seguir con lo de los vinos y, tal vez, con lo de "Lo mejor de..."