'La bola de cristal', de Stephen King

Publicado el 25 enero 2012 por Severian
La bola de cristal (Wizard and glass) es la cuarta novela de la serie de fantasia "La torre oscura", creada por el famoso autor norteamericano Stephen King. A esta novela le anteceden El pistolero, La invocacion y Las tierras baldias.

Me voy a robar la sipnosis que viene en este libro, porque explica muy bien todo el argumento de la serie.


Spoilers: Se relatan muchos detalles importantes de los libros anteriores, si no deseas conocer el argumento, pasa directamente a los comentarios para descargar el libro.

La bola de cristal es el cuarto volumen de un extenso relato inspirado en el poema narrativo de Robert Browning Childe Roland a la Torre Oscura llegó.
El primer volumen, titulado El pistolero (originalmente La hierba del diablo), narra cómo Rolando de Gilead persigue y finalmente logra dar alcance a Walter, el hombre de negro, que fingía haber sido amigo del padre de Rolando cuando en realidad actuaba al servicio de Marten, un poderoso hechicero.  Atrapar al semihumano Walter no constituye la meta final de Rolando sino un medio para alcanzar un fin: en realidad Rolando pretende llegar hasta la Torre Oscura, donde espera atajar -y tal vez incluso impedir- la inminente destrucción del Mundo Medio.

Rolando
es una especie de caballero andante, el último de su casta, obsesionado con la Torre, la cual constituye su única razón para vivir cuando lo encontramos por primera vez. Sabemos que Rolando fue sometido a una temprana prueba de hombría por Marten, quien sedujo a la madre de Rolando. Marten esperaba que Rolando no pasase la prueba y fuese «enviado al Oeste», siéndole negadas para siempre las armas de su padre.
Sin embargo, Rolando frustra los planes de Marten y supera la prueba, gracias sobre todo a su intuición a la hora de escoger el arma utilizada. Descubrimos que el mundo del pistolero está relacionado con el nuestro en un aspecto fundamental y terrible. Esa conexión queda revelada por primera vez cuando Rolando conoce a Jake, un chico del Nueva York de 1977, en una estación desierta. 


Existen puertas que conectan el mundo de Rolando con el nuestro; una de ellas es la Muerte, y a través de ella Jake llega al Mundo Medio, tras ser empujado en plena calle Cuarenta y tres y atropellado por un coche. El autor del empujón fue un hombre llamado Jack Mort... aunque la presencia que se hallaba oculta en la mente de éste, y que guió sus manos asesinas en dicho episodio, no era otra que la de Walter, el viejo enemigo de Rolando.
Antes de que Jake y Rolando logren dar con Walter, el chico muere de nuevo... esta vez porque el pistolero, enfrentado a la dolorosa disyuntiva de elegir entre este hijo simbólico y la Torre Oscura, elige la Torre. Las últimas palabras de Jake, antes de despeñarse por el abismo, fueron: «Ve, pues... Hay otros mundos aparte de éste.»
El enfrentamiento final entre Rolando y Walter tiene lugar en las cercanías del mar del Oeste. Durante una larga noche de conversación, el hombre de negro le cuenta a Rolando su futuro con una extraña baraja de Tarot, haciendo hincapié en tres cartas: el Prisionero, la Dama de las Sombras y la Muerte («aunque no para ti, pistolero»).
El segundo volumen, titulado La invocación, empieza a orillas del mar del Oeste, no mucho después de que Rolando se despierte tras el enfrentamiento con su antiguo adversario y descubra que Walter lleva mucho tiempo muerto, sus huesos alimentando aquel lugar de huesos. El exhausto pistolero es atacado por una horda de carnívoras «langostruosidades» de las que finalmente consigue escapar, no sin sufrir graves lesiones y perder los dos primeros dedos de la mano derecha. Además, resulta infectado por la mordedura venenosa de las criaturas, de modo que cuando reanuda su viaje hacia el norte, por la costa del mar del Oeste, Rolando se halla enfermo... tal vez moribundo.
En el trayecto encuentra tres puertas que se alzan aisladas en la playa. Todas ellas conducen al Nueva York de nuestro mundo, en tres épocas distintas. De 1987 Rolando invoca a Eddie Dean, un adicto a la heroína. De 1964 invoca a Odetta Susannah Holmes, una mujer que ha perdido la parte inferior de las piernas en un accidente de metro... que en realidad no fue tal accidente. 

En realidad ella es la Dama de las Sombras, y posee una segunda personalidad hostil, oculta en el interior de la joven activista social negra que conocen sus amigos. Esta mujer oculta, la violenta y taimada Detta Walker, se propone matar tanto a Rolando como a Eddie cuando el pistolero la transporta al Mundo Medio.
En un punto temporal intermedio, en 1977, Rolando penetra en la diabólica mente de Jack Mort, quien ha lastimado a Odetta / Detta no una vez sino dos. «La Muerte -le dijo el hombre de negro a Rolando-. Pero no para ti, pistolero.» Tampoco es Mort la tercera de las figuras vaticinadas por Walter; Rolando impide que Mort asesine a Jake Chambers, y poco después Mort perece bajo las ruedas del mismo tren que dejó sin piernas a Odetta en 1959. Así pues, Rolando fracasa en la tarea de atraer al psicópata al Mundo Medio... aunque, se dice, ¿quién querría a un ser semejante, en cualquier caso?
Pero hay un precio que pagar por rebelarse contra el futuro predicho;  Rolando piensa que tal vez ha invocado a tres personas en las figuras de Eddie y Susannah, dado que Odetta tiene doble personalidad, pero cuando Odetta y Detta se funden en Susannah (gracias, en buena medida al amor y la valentía de Eddie Dean), el pistolero comprende que no es así. Y comprende también algo más: se siente atormentado por el recuerdo de Jake, el chico que al morir habló de otros mundos. En realidad parte de la mente del pistolero cree que nunca existió tal chico. Al evitar que Jack Mort empujara a Jake bajo el coche que debía matarlo, Rolando crea una paradoja temporal que lo está destrozando, y que en nuestro mundo está destrozando del mismo modo a Jake Chambers.
Las tierras baldías, el tercer volumen de la serie, se inicia con dicha paradoja. Después de matar a un oso gigantesco llamado Mir (por las viejas gentes que le profesaban temor) o Shardik (por los Grandes Antiguos que lo crearon... puesto que el oso resulta ser un ciborg), Rolando, Eddie y Susannah vuelven sobre los pasos de la bestia y descubren el Camino del Haz. Existen seis haces de este tipo que discurren entre los doce portales que jalonean los límites del Mundo Medio. En el punto en el que los haces se entrecruzan -en el centro del mundo de Rolando, y quizá de todos los mundos-, el pistolero piensa que él y sus amigos hallarán por fin la Torre Oscura.
A estas alturas, Eddie y Susannah no son ya prisioneros en el mundo de Rolando. Enamorados y en vías de convertirse ellos mismos en pistoleros, participan en la búsqueda y siguen de buena gana a Rolando por el Camino del Haz. En un círculo parlante, no lejos del Pórtico del Oso, el tiempo se recompone, la paradoja se resuelve, y la auténtica tercera figura es invocada por fin. Jake entra de nuevo en el Mundo Medio al concluir un peligroso rito en el que los cuatro -Jake, Eddie, Susannah y Rolando- recuerdan los rostros de sus padres y se absuelven a sí mismos honorablemente. No mucho después, el cuarteto se convierte en quinteto cuando Jake hace amistad con un brambo. Los brambos, cuyo aspecto es un híbrido de tejón, mapache y perro, poseen una capacidad de habla limitada. Jake bautiza a su nuevo amigo con el nombre de Acho.
La senda de los peregrinos les conduce a Lud, un vasto erial urbano donde los degenerados supervivientes de dos antiguas facciones, los pubis y los grises, mantienen vivos los rescoldos de un antiguo conflicto. Antes de llegar a la ciudad, se detienen en Paso del Río, donde aún quedan algunos viejos residentes. Éstos ven en Rolando un vestigio de los viejos días, cuando el mundo todavía no se había movido, y lo honran a él y a sus amigos. Más tarde, los ancianos les hablan de un tren monorraíl que tal vez aún circule desde Lud a las tierras baldías, por el Camino del Haz hasta la Torre Oscura.
Jake se siente aterrorizado por estas noticias, pero no sorprendido. Antes de ser invocado desde Nueva York, obtuvo dos libros en una librería propiedad de un individuo con el inquietante nombre de Calvin Tower. Uno es un libro de adivinanzas con la lista de respuestas arrancada. El otro, titulado Charlie el Chu-Chú, es un libro infantil que trata de un tren. Un cuentecito gracioso, diría casi todo el mundo. Pero para Jake hay algo en Charlie que no resulta nada gracioso. Algo aterrador. Rolando sabe algo más: en la Alta Lengua de su mundo, la palabra char significa muerte.
Tía Talitha, matriarca de los habitantes de Paso del Río, le entrega a Rolando una cruz de plata, y los viajeros prosiguen su camino. Antes de llegar a Lud, descubren un avión estrellado de nuestro mundo... un caza de combate alemán de los años treinta. Atascado en la cabina se halla el cadáver momificado de un gigante, casi con toda seguridad el mítico forajido David Quick.
Al atravesar el desvencijado puente que se extiende sobre el río Send, Jake y Acho están a punto de perecer en un accidente. Mientras Rolando, Eddie y Susannah están distraídos, un forajido moribundo (y muy peligroso) llamado el Chirlas tiende una emboscada al grupo. Chirlas secuestra a Jake y lo conduce bajo tierra ante la presencia del señor Tic-Tac, último líder de los grises. Tic-Tac se llama en realidad Andrew Quick, y es bisnieto del piloto que murió al intentar aterrizar con un avión de otro mundo.
Mientras Rolando (ayudado por Acho) emprende la búsqueda de Jake, Eddie y Susannah encuentran la Cuna de Lud, donde Blaine el Mono despierta. Blaine es la última herramienta de la superficie perteneciente al inmenso sistema de ordenadores alojados bajo la ciudad de Lud, y le queda un único interés: las adivinanzas. Promete llevar a los viajeros a la última parada del monorraíl si consiguen resolver una adivinanza planteada por él. De lo contrario, manifiesta Blaine, el único viaje que harán será hacia el lugar donde el camino termina en el claro... en otras palabras, hacia la muerte. En ese caso, tendrán abundante compañía, pues Blaine planea descargar grandes cantidades de gas nervioso que aniquilará a todos cuantos quedan en Lud: pubis, grises y pistoleros por igual.
Rolando rescata a Jake, dando al señor Tic-Tac por muerto... pero Andrew Quick sigue vivo. Medio ciego, horriblemente herido en el rostro, es rescatado por un hombre que se hace llamar Richard Fannin. Sin embargo Fannin también se identifica como el Extraño Sin Edad, un demonio contra el que Walter había prevenido a Rolando.
Rolando y Jake se reúnen con Eddie y Susannah en la Cuna de Lud, y Susannah -con ayuda de la «zorra» Detta Walker- logra resolver la adivinanza de Blaine. Obtienen así el acceso al mono, desoyendo por necesidad las terribles advertencias de la mente secundaria de Blaine, cuerda pero gravemente debilitada (Eddie llama a esta voz «Pequeño Blaine»), sólo para descubrir que Blaine pretende suicidarse con ellos a bordo. El hecho de que la mente actual que dirige el mono exista en ordenadores que cada vez quedan más y más atrás, bajo una ciudad que se ha convertido en un matadero, no entrañará diferencia alguna cuando la bala rosada descarrile en algún punto de la vía a una velocidad superior a los mil trescientos kilómetros por hora.
Sólo queda una esperanza de sobrevivir: la afición de Blaine por las adivinanzas. Rolando de Gilead propone un trato desesperado. Con dicho trato termina Las tierras baldías, y con él se inicia La bola de cristal.
Esta cuarta novela de la serie es la mas emocionante y entretenida. Los lectores que no soportan a King en sus obras de horror deberia darle una oportunidad en esta obra de fantasia oscura. La serie de la torre oscura le llevo a King mas de 30 años en acabarla, en ella aparecen los protagonistas de sus otras obras, como el padre Callahan de Salem's Lot, el supervirus del Capitan Crunch de "The Stand", o el propio Randall Flagg como el Extraño sin Edad.