A la espera de ver “Cuerdas”, ganador del Goya al mejor cortometraje de animación de la pasada edición, Pedro Solís nos ofrece en “La Bruxa” la posibilidad de irnos a un mundo de fantasía donde una bruja busca a su príncipe azul. Absorta en su deseo de encontrar a quien le saque de la soledad, la protagonista no se frena ante la carencia del condimento que le falta para el conjuro, como tampoco ante la realidad de un envejecido aspecto físico que esté a la altura del galán. Pero lo que en ese momento no sabía esa bruja moderna es que el amor es cosa de dos… y que hay que ganárselo desde el principio con pequeños detalles.
Ranas simpáticas y ogros feroces, escobas que funcionan con gasolina y un ratón que se presenta como la segunda oportunidad, todo para moverse entre las apariencias, los deseos y la misma realidad. Sencilla en su historia, salpicada de golpes de humor que no precisan de la palabra, Solís nos regala un sueño de amor que se transforma en historia de amistad, y que sabe sacar partido a un atractivo y colorista diseño de producción junto a un cuidado trabajo de sonido. Al final, tenemos un cortometraje de once minutos que se mueve entre la fantasía y la realidad, entre amores de cuentos de hadas y otros que responden a la vida cotidiana.
En la imagen: Fotograma de “La Bruxa”. La Fiesta P.C. y Pedro Solís © 2010. Todos los derechos reservados.