Revista Empresa

La buena delegación ahorra tiempo, desarrolla a tu gente y les motiva

Publicado el 08 diciembre 2011 por Empresadehoy

Por el contrario, una pobre delegación causa frustración, desmotiva y confunde a la otra persona. Por lo tanto, es una habilidad que vale la pena mejorar.
Aquí están los pasos:

La delegación es una ayuda muy útil para la planificación y el desarrollo personal de su gente. La delegación les permite adquirir experiencia para asumir mayores responsabilidades.

La delegación no es sólo una técnica para liberar al jefe de tiempo. Es también útil para las personas que trabajan contigo.

Los pasos del éxito en la delegación

1 Definición de la tarea

2 Selección la persona.

3 Evaluar su capacidad.
¿Es la otra persona capaz de hacer la tarea? ¿Entiende lo que se debe hacer?

4 Explicar los motivos
Debes explicar por qué se delega el trabajo. ¿Cuál es su importancia y relevancia?

5 Resultados
¿Cómo se mide la tarea?

6 Considerar los recursos necesarios
Discutir y acordar lo que se requiere para realizar el trabajo.

7 acuerdo de plazos
Cuando debe ser terminado el trabajo

8 Apoyo y comunicar
Implicar a la otra persona, para que pueda ver más allá de la cuestión concreta. No dejes de informar a los demás compañeros de su nueva ocupación.

9 Comentarios sobre los resultados
Es esencial para la persona delegada saber si se han logrado sus objetivos. En todo caso, son de tu responsabilidad las consecuencias.

Niveles de Delegación

Delegación no es sólo una cuestión de decirle a alguien qué hacer. Hay que tener cuidado al elegir la persona con el estilo más adecuado para cada situación.

Tómate el tiempo para discutir y adaptar los acuerdos con respecto a las tareas y la libertad de acción.

Algunos ejemplos:

Nivel 1 es el nivel más bajo de delegación (básicamente ninguna). Nivel 10 es el más alto nivel que, rara vez, se encuentra.

1 “Espera a que te lo diga”, o “Haces exactamente lo que digo”, o “Sigue estas instrucciones con precisión.”
No hay delegación en absoluto.

2 “Mira esto y me haces un informe. Luego voy a decidir”.
Es una petición de investigación, pero no una delegación.

3 “Mira esto y me dices. Vamos a decidir juntos”.
Esto ya tiene una sutil diferencia importante con lo que precede. Este nivel de delegación alienta el análisis. Además, la decisión será un proceso compartido, que puede ser muy útil en el entrenamiento y el desarrollo de la persona delegada.

4 “Dime la situación y qué tipo de ayuda necesitas de mí en la evaluación y manejo de la misma. Luego decidiremos”.
Esto se abre a la posibilidad de una mayor amplitud de la delegación y la participación en la toma de decisiones.

5 “Dame tu análisis de la situación (razones, opciones, ventajas y desventajas) y la recomendación. Yo te haré saber si se puede seguir adelante”.
Pides el análisis y la recomendación, pero te reservas la reflexión antes de decidir.

6 “Decide y hazme saber tu decisión, y espera mi luz verde antes de continuar.”
La otra persona es de confianza para evaluar la situación y las opciones y es probablemente lo suficientemente competente para decidir y poner en práctica también, pero el jefe prefiere mantener el control de tiempo.
Este nivel de delegación puede ser frustrante si se usa demasiado a menudo o durante demasiado tiempo, y, en cualquier caso, no debes mantener a las personas en espera, después de haber invertido tiempo y esfuerzo.

7 “Decide y hazme saber tu decisión y, a continuación, sigue adelante a menos que yo diga no”.
Ahora la otra persona empieza a controlar la acción. El aumento de la autoridad ahorra tiempo. Este es un cambio en la delegación y permite llegar a proceder.

8 “Decide y toma medidas. Hazme saber lo que hiciste (y lo que sucedió).”
Este nivel de delegación, ahorra aún más tiempo. También permite un cierto grado de seguimiento en cuanto a la eficacia de la delegación, que es necesaria sobre todo cuando las personas están siendo gestionadas desde la distancia.

9 “Decide y actúa. No es necesario que vuelvas a hablar conmigo”.
La mayoría de libertad que se puede dar a otra persona, cuando todavía mantienes la responsabilidad de la acción. Un alto nivel de confianza.

10 “Decide si es necesario tomar medidas.”
Es la delegación máxima, de una responsabilidad casi estratégica. Esto da a la otra persona la responsabilidad de definir los cambios, tras el análisis. Esto equivale a delegar parte de tu trabajo - no sólo una tarea en concreto.


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